El mito de los hombres pez: ¿Los hechos históricos inspiraron a Lovecraft?

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Estatua del municipio de Liérganes en honor de Francisco de la Vega Casar, el hombre pez de Liérganes

(…)

―Vale. Entonces, los profundos, la raza de anfibios humanoides que adoran a Cthulhu existen también, ¿verdad? ―Casandro remarcó su intervención con una sonrisa socarrona.

―Vete a la cafetería de Rafi Marso, que está al lado del centro cívico, y luego me cuentas ―Saqué otra tanda de fotocopias de una carpeta y se las pasé a Casandro―. Mira, en el periódico Semanario Pintoresco Español apareció esto el 27 de enero de 1879. Cuenta la historia de un chico de 15 años que desapareció en Bilbao cuando se fue a nadar. Cinco años más tarde unos pescadores capturaron en las costas de Cádiz lo que parecía ser una figura humanoide que llevaba varios días en alta mar nadando y buceando por la zona. Tenía escamas en algunas zonas del cuerpo. Al parecer podía zambullirse a voluntad. El hombre apenas podía hablar, tan solo decía una palabra: Liérganes. La Inquisición tomó cartas en el asunto y descubrieron que era el joven desaparecido cinco años antes, como corroboró su madre. Después de pasar nueve años en su pueblo, en los que vivió presa de una terrible apatía, finalmente volvió a desaparecer en el mar. ¿Te recuerda a algo?

―A saber lo que pasó de vedad ―concluyó Jaimito.

―No deja de ser curioso el hecho de que la leyenda de los hombres pez esté en todas las culturas, en Japón se habla de los kappa, en la mitología occidental de sirenas y tritones. ¡Coño, incluso el Dagon de los relatos de Lovecraft tiene su origen histórico en un dios mitad hombre mitad pez que adoraban los filisteos!

-Extracto de Imposible pero incierto (una novela de horror có[s]mico)