Capítulo 10: Muerte en la noche
The lament configuration – Christopher Young
―¡Borrachos hijos de puta! ¡Os voy a romper la crisma! ―Tras decir esto, el guarda se giró al oír un extraño gruñido a su espalda.
Lo siguiente fue un alarido helador que hizo que apartáramos la vista.
Comencé a llorar, aterrado, enterrando la cabeza entre las gibas que formaban el mullido suelo de caucho.
Los gritos del pobre guarda fueron acallados por crujidos repugnantes y un ruido, como de succión, que revolvía el estómago. Lo siguiente fue un sonido parecido al arrastrar de un pesado fardo. Una tensa calma se aposentó en el lugar como un buitre que acecha a un animal agonizante.
―¿Qué coño es eso? ―susurró Ramiro tumbado boca abajo en la superficie neumática.
Aunque la oscuridad no me permitía ver su rostro, pude percibir por el temblor de su voz que estaba tan asustado como yo.
(…)
Un olor acre y repulsivo invadió la atmósfera. Algo comenzó a rondar alrededor de la estructura. Se oía una extraña reverberación, como si un animal muy grande estuviera olfateando el aire. Los latidos del corazón resonaban en mi garganta, tenía la sensación de que iba a vomitar mi válvula cardíaca de un momento a otro.
El frío de la noche adquirió cotas insoportables.
Lo único que se oía ahora era el silencio, un silencio frío como la losa de una tumba.
Al igual que dos roedores indefensos, nos quedamos allí, inmóviles, paralizados por el miedo.
– Extracto de Imposible pero incierto (una novela de horror có[s]mico)