Como te contaba ayer, desde hace unos meses estoy utlimando el lanzamiento de mi último libro, Lo poco que sé del misterio.
La maquetación está en su última fase, por lo que llega el momento de escoger foto de autor para el apartado del final Acerca del autor.
Así que ayer te pedí ayuda, querid@ lector@, y hoy vengo a agradecerte tu respuesta, vuestra respuesta, porque habéis sido muchos los que os habéis manifestado a través del blog, de la página de facebook, de twitter, y de la encuesta que creé en Google +.
Finalmente, esta ha sido la foto escogida, a la que titulé A Rumanía con alegría.
Por cierto que aprovecho para agradecer su arte al fotógrafo, mi amigo Ricardo.
Esta fue la más votada
La foto menos votada fue esta, y menos mal, porque no salgo nada de favorecido, aunque la usaré en algún artículo que hable del misterio, puesto que la estatua es copia de la encontrada en el yacimiento de Göblekki Tepe, así que tiene su aquel (a lo mejor eta el tipo de premio que daban en las tómbolas de la prehistoria, vaya usted a saber).
C «Göblekki Tapas»
Esta, la segunda más votada
A «¿Lavadora o máquina del tiempo?»
Y esta la que más me molaba, pero soy consciente de que no habría contribuido mucho a la difusión del libro, y podría ser usada contra mí en una evaluación psiquiátrica si se diera el caso
B «Ragnarok is catacrock»
Tras este proceso, también quiero compartir contigo algunas reflexiones.
Por si aún no sabes de qué va el libro, para que puedas entenderme mejor, te vuelvo a dejar la sinopsis. Si ya conoces de qué va, sáltatela.
Fenómenos paranormales y enigmas históricos, ¿Qué hay de cierto en todo lo que nos cuentan?
¿Hasta qué punto es posible para una persona cualquiera investigarlos?
Acompaña al autor en un viaje por varios países de europa para intentar desentañar la verdad que se esconde tras los enigmas clásicos y otros menos conocidos pero igual de sorprendentes.
Descubre el misterio como nunca te lo habían contado.
Pues bien, como te iba diciendo, me ha sorprendido cómo algunas personas se «escandalizaron» porque algunas de las fotos que proponía eran, según ellos, poco serias, siguiendo el argumento de que «en un libro hay que poner una foto seria».
Me van a perdonar, pero me parece un concepto algo antiguo y encorsetado, de cuando los hombres tenían que ser «personas serias» e ir con el pelo corto y bigote.
No sé por qué, pero cuando se habla de libros parece que aún hay algo de extraña mojigatería que no entiendo, como si fuera necesario institucionalizar las publicaciones, o algo así.
Hay quien piensa que si pones una foto divertida no te tomarán en serio ni a ti ni al libro, y puede ser verdad, pero también pienso que sería un buen filtro, pues este libro no gustará a quienes carezcan de sentido del humor.
Además, en un mercado saturado de gente que siempre hace lo mismo, quizá un toque de originalidad pueda servir como distinción.
Y es que el libro, aunque es una especie de ensayo, está escrito en un tono que en ocasiones es cómico, y es así por varios motivos.
En primer lugar, dada la propia esencia el libro. Es decir, yo no puedo disertar de forma seria sobre estos temas, porque el propio título lo deja claro, «Lo poco que sé del misterio».
Yo no soy un investigador consagrado que pueda sentar cátedra de nada, tan solo escribo desde el punto de vista de un aficionado al tema que intenta experimentar en sus propias carnes qué hay de verdad en todo el asunto.
En segundo lugar, creo que el humor es una buena aproximación, pues hay algunos aspectos de estos temas que por mucho que uno quiera no pueden ser tomados con excesiva seriedad o trascendencia, y es mejor tratarlos con naturalidad, porque de no hacerlo así corre uno el riesgo de parecer todavía más ridículo .
En tercer lugar, pienso que si uno puede, además de aprender algo, divertirse, tiene un valor añadido, y hace que materias o relaciones de datos que podrían ser demasiado farragosas puedan ser contadas de forma amena.
Sin embargo, como me pasa siempre antes de lanzar un libro, no sé si será bien recibido más allá de los círculos de mis lectores habituales.
Por un lado, los fanáticos del misterio podrían interpretarlo como una burla de estos temas, cosa que no es ni por asomo, pero todos sabemos que siempre hay gente muy corta de miras.
Por otro lado, los lectores no aficionados a estos temas podrían verse repelidos por el hecho de tratar fenómenos extraños, y además no entender el porqué del tono de humor del libro.
Como siempre, tendré que arriesgarme, pues este libro es en sí mismo, y en más de un sentido, un experimento.
Esperemos que no me estalle en la cara.
Así que, una vez más, me toca saltar sin red.
En cualquier caso, querid@ lector@, gracias por hacerme notar que estarás ahí para cogerme antes de chocar con el suelo.
A más ver
R. R. López
Don’t worry, muy friend… Al lanzarte sin red estas dando un salto, literalmente, que indistintamente del resultado, te hará crecer como escritor y como persona. De todos modos, como tu mismo afirmas, estaremos allí para que no te des el costalazo contra el suelo. ¡Cuenta con nosotros!
¡Muchas gracias! Gracias a vosotros saltar adquiere sentido. ¡Un saludo! ;)
No voté pero lo habría hecho por la lavadora. Ahora bien, ¿tas fijao que en la escogida hay una especie de rastro de un gigantesco arácnido – digno de las pesadillas de Lovecratf – que va a salir de la montaña? ¿Dónde habré dejado las drogas?
Querido anónimo, mientras sea lovecraftiano, bienvenido sea. Ïa ïa shub Niggurath
Siento no haber participado pero he estado muy ausente todo agosto… no, desde julio estuve ausente.
Bien, encuentro muy bonita la foto elegida pero esa del «despistado encerrado en un baño de nave espacial» es mi preferida para documentar la personalidad del autor.
Un saludo bien cordial y prometo ponerme al día…. A lo largo de los días.
Te debo un comentario pero ya te llegará.
Muchas gracias! Un placer leerte de nuevo por estos lares ;)