Como te comentaba en las entradas anteriores de esta serie, la publicación en Wattpad de Historias que no contaría a mi madre de forma serializada me permitió ir asignando canciones a determinadas escenas y partes del libro.
Hoy te dejo las que corresponden a la tercera historia que compone el libro.
3. Misión impasible
Los engranajes de “la máquina” no tardaron en comenzar a funcionar. Recabando información, gracias a Santiaga, la fémina de Antoine que, según palabras de este último, era “la alcaldesa de Córdoba”, porque conocía a más gente que el hombre que ostentaba el susodicho cargo, pudimos averiguar que ambos elementos, el Cabezudo y su amigo el informático, eran dos enchufados de las Nuevas Generaciones del PP, y andaban vacilando por ahí de que se les había encargado llevar el tema del sonido en un mitin para la juventud que el mismísimo José María Aznar tenía previsto oficiar en el pabellón deportivo Vistalegre, el más grande de la ciudad. Una vez nutrida con toda esa información, mi maquiavélica e hiperactiva mente comenzó a urdir un “satánico plan”.
¡Se iban a cagar!
Vestido para la ocasión, me senté por un momento frente a la ventana para meditar. Con una parsimonia cuasi ritual presioné el botón del play en mi radiocaset, y la tranquilidad de la tarde y el son de los pajarillos cantores se vio interrumpido por el mensaje de justicia del «Screaming for vengance» de los Judas Priest.
—¡”Anda, tira par callejón que te vi a dal yo a ti hermano gemelol”! ¡”Te voy a cortá la vena er sueño, hijoputa”! —me indicó el Guanán con mucha amabilidad. El Epaun coreó la petición sacando una navaja aún más grande que la de su colega, en un universal gesto de concordia. Yo me limité a obedecer sumisamente. El sudor bañaba la palma de mis manos, chorreaba por mi espalda e impregnaba mis sienes.
—Grrrrr —gruñó con una voz gutural que no encajaba en su cuerpo, a la vez que los ojos se le ponían de un color rojo amarillento. El efecto de aquel “mimito” no se hizo esperar —¿Qué te estaba diciendo? ¡Ah sí! ¡Correr por los bosques, aullarle a la luna, sentir el viento de la noche en mi cara. No sé por qué me empeñaba en reprimir mi destino! ¡Por fin he encontrado mi lugar en el esquema de las cosas! —nunca hubiera imaginado que aquel tipejo tuviera aspiraciones a depredador de máximo porte en la cadena trófica. —Tú eres la luz que alumbró mi existencia, tú me has dado la felicidad.
—Pues menos mal —pensé yo aliviado.
—Esto no va nada bien, esto no va nada bien… —no hacía más que repetirse tan insigne líder, mientras miraba a la audiencia con una sonrisa congelada en los labios y los deditos de ambas manos haciendo el símbolo de la victoria, como acostumbraba a hacer en todos sus mítines.
« ¡Ay José María Aznar, Ye-Ye,
yo no te fui a votar Ye-Ye-Ye-Ye,
pues por mucho que hables o prometas
no veo en ti ninguna solución!
¡Por eso no te votaré Ye-Ye,
por que no te puedo ver Ye-Ye-Ye-Ye,
me recuerdas a aquel Adolfo Hitler,
hijoputa bigotón, Chis-pón! »
Todas acertadas, especialmente la de Judas Priest y Baron Rojo. La de sepultura no la pude escuchar porque aparece bloqueada por cuestiones de copyright. Faltó una para la persecución final, que es la mejor parte del capítulo. Un saludo y sigue con el buen trabajo.
Gracias! para la persecución no se me ocurría ninguna. Arreglado lo del enlace de AC/DC.