Hoy te traigo un desafío: escribir un microrrelato de terror en una frase.
¿Te gusta escribir? ¿Quieres practicar un sencillo ejercicio que te permitirá alcanzar la maestría como narrador?
¿O simplemente te apetece leer un relato tan corto que puedes degustarlo en menos tiempo de lo que se tarda en fumarse un cigarro?
El desafío
A veces, menos es más.
El otro día leí un artículo en el boletín informativo que Amazon envía regularmente a los editores, en el que el escritor Richard Ridley escribía un artículo titulado «El desafío del microrrelato».
En el desafiaba a escribir un microrrelato, sin importar el género y el estilo, con la dificultad de que debía componerse de una sola frase, pues, según él, esto contribuiría a convertir a quien lo hiciera en un narrador magistral.
En sus propias palabras, el interés del desafío radicaba en lo siguiente:
Sí, sí, ha leído bien. Quiero que cuente una historia con introducción, desarrollo y desenlace en una sola frase. Una sola pero, a la vez, suficiente para cumplir el objetivo. ¿No lo cree posible? Claro, no sería un desafío si no pareciera imposible. Antes se pensaba que era imposible correr un kilómetro en menos de tres minutos, pero ahora es algo habitual para aquellos que se dedican al atletismo de forma profesional.
Si es capaz de construir todo un relato con una sola frase, y que esa única frase sea convincente y no contenga ningún fenómeno estructural para poder saturarla con detalles, logrará derribar la barrera que detiene a muchos escritores: el no saber realmente de qué tratan sus libros. Y es que un libro no trata sobre todos los elementos y todas las palabras entre la portada y la contraportada. No es tan complicado. Es tan fácil, de hecho, que podría escribir su relato con una sola frase.
Que empiece el desafío.
El microrrelato
Ni corto ni perezoso he recogido el guante, y quiero mostraros el resultado, mi propio microrrelato de terror en una frase, para que juzguéis por vosotros mismos si ha estado a la altura:
Bastonazos
Los golpes que sonaban al otro lado de la pared del cuarto despertaron a Antonia en la sombría casa que había habitado desde pequeña con la única compañía de su estricta madre, golpes de bastón que indicaban que su progenitora necesitaba algo, pero no pudo evitar que la invadiera una sensación de terror puesto que su madre había muerto hacía dos semanas.
Y tú, ¿te atreves a aceptar el desafío? Cuéntame qué te pareció el microrrelato o deja el tuyo propio en el hilo de comentarios de esta entrada, si te atreves…
Y si te gustó comparte en redes sociales usando los botoncitos de abajo. ;)
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Yo escribo casi una vez al día un pequeño microcuento en 140 caracteres, en ocasiones en una frase, bajo el hastag #TCuento.
El reto aquí se acrecenta por el espacio :P
Tú reto es más complicado! son menos caracteres.
Acepto el reto porque me gustan los retos, pero lo de ser escritor te lo dejo a ti. Allá va.
Secretos
Se levantó al amanecer y meticulosamente llevo a cabo su rutina, pero cuando llegó el momento de abrir la puerta vio las llaves en el suelo en vez de puestas en la cerradura, entonces lo supo, esa noche sus secretos habían sido robados, a paso lento se dirigió a la caja fuerte en la que solo quedaba su revólver y se disparó.
Muy bueno! has conseguido sintetizar una historia en una sola frase. Ahora solo te queda probar con un relato ;) un saludo
«Estar en la vieja casa iba a enloquecerla. Muchos recuerdos. Mucho dolor. Pensó en marcharse sin mirar atrás, irse a la ciudad, estudiar lo que siempre quizo, comenzar una nueva vida y se durmió imaginando aquello. La despertaron los golpes de bastón. Se levantó por inercia y dio los pasos de costumbre. Se detuvo en el umbral de la puerta. Quiso encender la luz, pero giró hacia la pared primero. Se tomó unos minutos para comprender por qué no se vio en el espejo. Es su madre. Ha venido a por ella.» No llegó a 100 palabras, pero estoy improvisando sobre tu mismo tema! Que inspirador!!!
¡Muy bueno! el relato. Parece un relato viral, que una pesona comienza y los demás tienen que ir continuando. Gracias por compartirlo. Un saludo.