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¡Oh! una falta de ortografía. ¿Y este tío se dice escritor?

Si este ha sido tu primer pensamiento, amigo lector, déjame decirte que has subestimado la capacidad para el absurdo de este blog, porque hoy realmente te voy a hablar de 7 formas de panificar tu novela. De planificar no, de panificar.

¿Servirá de algo? Lo dudo. ¿Echaremos el rato? A lo mejor.

Así que ahí vamos:

1. Haz que tu novela verse sobre panaderos.

Pues sí, como los Agreti de Falcon Crest, una saga de panaderos puede dar mucho juego. Podrían llamarse los Telera, o los Bollo de leche. Podrías escribir Los panares de la tierra, por ejemplo.

2. Envuélvela en rebanadas de pan Bimbo pegadas con cinta adhesiva.

Así tendrás panificado un ejemplar de tu libro. Es una gilipollez, pero quizás te sirva como excusa en juicio de asesinato para alegar perturbación mental. Además, sería algo así como Destroza este diario, pero en versión pan.

3. Cómprate una panificadora, y úsala.

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4 Haz tu propia masa, mete el libro dentro, y hornéalo.

5. Escribe sobre el dios Pan.

Sí, no es que en los antiguos romanos adoraran a un pan payés en lo alto de una pedestal. No. Pan era un dios de la naturaleza que representaba la sexualidad y la naturaleza salvaje, y el temor que esta podía infundir, de ahí el origen de la palabra pánico.
Sobre él escribió, por ejemplo, Arthur Machen, así que podemos decir que fue un escritor famoso que panificó su novela.

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6. Pon en tus libros una trampa explosiva, para que cuando el lector los abra, hagan !Pan! (por favor, mátenme).

7 Escribe una biografía de San Pancracio, pero escribiendo solo la primera sílaba de su nombre en todo el libro, así, con confianza.

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8. Escribe un fanfiction de Peter Pan, pero nómbralo siempre por el apellido.

peter-pan-humor ¡Cómo ha cambiado el personaje!

Y hasta aquí las formas que a mí se me ocurren. Te desafío a encontrar la novena forma de panificar una novela, y a contármelo en el hilo de comentarios.

Como puedes ver, este puede ser, con diferencia, el peor artículo del blog.

Creo que tendré que volver a tomar aquellas pastillas que me recetó el doctor…