Supongo que esta es una culminación de un tema sobre el que llevamos ya mucho hablado en este blog. Así que aquí te dejo “50 sombras de grey: conclusiones tras ver la película”.
¿De dónde viene esta perra que te ha dado con 50 sombras de grey?
Como sabes, y si no, puedes ponerte al día con esta lista de artículos, todo comenzó cuando te conté mi experiencia en una intentona de leer el primer libro de la saga.
Por más que lo intenté, incluso haciendo lectura diagonal, no fui capaz de llegar ni a la primera escena de sexo. Me venció, su prosa aburrida y mal escrita me hizo abandonar, so pena de que el cerebro se me licuara y chorreara por mi nariz.
Tras eso fui analizando todo el fenómeno que ha rodeado a este Best Seller con curiosidad y humor.
Vamos, que me he estado partiendo la caja de lo lindo con las anécdotas que se han generado alrededor de este fenómeno literario.
Lo cortés no quita lo valiente. Aunque el libro tenga defectos técnicos, su escritora tiene un mérito ante el que hay que quitarse el sombrero, pues ha conseguido calar en el subconsciente colectivo y movilizado a una masa de lectores enorme, así que el libro tiene algo especial que conecta con la psique de determinado sector de lectoras, principalmente.
Si esto fuera tan fácil de conseguir, ahora mismo estarían muchos escribiendo obras para que lograran un efecto de ventas similar.
¿Con esto quiero decir que el libro sea bueno? Para mí no, pero, para gustos, colores, y hay que admitir que tiene su público.
Puestas las cosas en su contexto, vamos con mi incursión en la versión cinematográfica.
50 sombras de Grey, la película
De entrada el halo que envuelve a esta saga se vio replicado en la cola del cine.
Todas las entradas agotadas a las 5 de la tarde para todas las sesiones.
Solo quedaba la fila 4. Nos vamos a otro cine más alejado del centro, más viejo, y ¡bingo!, habemus entrada.
Por supuesto compro un menú gigante de coca cola y palomitas para aguantar el sufrimiento sin par que preveo para la siguiente hora y media.
Cómo proyecté en mi mente que sería el visionado de la película
Me siento. Estoy rodeado de féminas de todas las edades, aspectos y diámetros. Todas cuchichean nerviosas. Apenas hay un par de tipos en la sala acompañando a sus parejas con cara de resignación. Se apaga la luz. Comienza la historia: Anastasia, entrevista, bla bla bla, aparece Grey.
La sala se impregna de efluvios marinos mezclados con aroma a pino de la sierra. Comienzan las primeras crisis epilépticas entre la concurrencia.
Alguien proyecta unas bragas que se quedan pegadas en la pantalla. Los personajes comienzan a fornicar como bonobos hartos de afrodisiáco.
Como si de un regadío por agua rodada se tratase, una lámina de viscoso fluido comienza a formarse en el suelo del cine mientras que decenas de féminas se sonrojan al ritmo de una respiración agitada.
Lo que pasó de verdad
Acerté en lo de la variedad de féminas de todas las edades, aspectos y diámetros. También en lo de los cuchicheos. Abundaban sobre todo los grupos de amigas. Pero también me sorprendió un grupo de parejas maduras, que pasaban los 60.
Me imaginé que los señores llevaban los bolsillos llenos de píldoras de viagra pensando que esa iba a ser su noche, y que al llegar a casa le limpiarían a sus señoras las telarañas del conducto al grito de “Chim chimeney, chim chimeney, el deshollinador…”.

imagen: flapa.es
Se apagan las luces y comienza la película.
Se cumple otra predicción. El libro gana en película. Las decenas de páginas de insufrible monólogo interno de Anastasia en el ascensor mordiéndose el labio n elevado a x veces han desaparecido.
Se muerde el labio 3 o cuatro veces, y punto. Normal, si no habría acabado con el labio colgando de una fina tira de pellejo.
También desaparecen todas las veces en que se repite mentalmente que Grey es guapo, guapo, guapo, guapo, guapo, tralará. Guapo guapo guapo guapo guapo guapo…
¡Menos mal!
El personaje de Anastasia, interpretado por Dakota Johnson, pasa de ser una mosquita muerta insufrible a una chica encantadora que incluso hace algún que otro buen chiste.
De ahí que me de más pena aún el tratamiento que recibe la pobre.
Esto me lleva a una inquietante pregunta, ¿qué hace tan especial a Grey para ella? Porque tíos guaperas que la chuleen no creo que tuviera problemas encontrar.
Está claro, Grey es una fantasía. Al final el libro trata de eso, de encontrar una persona imposible.
También juega con otra fantasía femenina muy común: poder redimir/cambiar a un hombre a través del amor. Si Grey hubiera sido, además de sadomasoquista, dominante y rarito, Gay, Anastasia habría hecho un perfect, como cuando te cargabas a uno en el Street Fighter sin despertarte. Porque convertir a un Gay a la heterosexualidad ya es una muesca de gran calibre en el revólver de una chica.
Pero entonces tendrían que haberla titulado 50 sombras de Gay.
Chistaco.
Y creo que las cantidades ingentes de pasta también influyen.
¿Y porqué digo que Grey es un personaje tan fantástico como o puedan ser Galactus, Papá Noel o un político honrado?
Joder, no hay más que analizar al personaje: Un hombre guapo, atlético, que con 27 años:
-Tiene una Megaempresa.
-Sabe tocar el piano.
-Sabe pilotar aviones y helicópteros.
-Tiene un vestidor más grande que el que ella jamás habría podido soñar.
Si hubieran dicho que era capaz de hacer punto de cruz con el pene no habría quedado menos creíble.
Así que Anastasia y Grey empiezan su relación.
Momentazo one:
Grey comienza a tocar el piano.
Anastasia aparece en la habitación y le pregunta:
-¿Sabes tocar?
A lo que uno de los espectadores de edad madura y bolsillos presuntamente llenos de píldoras de viagra responde:
-Pues claro mujer, ¿no va a saber tocar?
Pasa un ratillo de película. Entonces llega otro momentazo.
En uno de sus encuentros sexuales Grey le da con un latiguito a Anastasia y le pregunta:
-¿Te duele?
A lo que una chica de la fila de atrás responde en voz alta:
-¿Tú qué crees, gillipollas?
Total, que al final la película se desarrolla más o menos como el libro, con escenas en teoría muy erógenas para las chicas, pero que, a mi juicio, no igualan una buena película porno.
Qué le vamos a hacer. Esos sí, podremos conocer los hábitos de depilación pélvica de Dakota y memorizar cada uno de sus lunares.
En conclusión
La película podría ser una película de las de Antena 3 a mediodía, pero con tetas.
A mi juicio solo le veo un problema, y es que, de alguna forma, idealiza el sadismo.
Y este es un tema que me preocupa especialmente.
Vale que Grey tiene buen fondo, y que ella al final lo logra cambiar a base de amor, terapia sicológica y mamading, pero esto no deja de ser una fantasía.
Los humanos somos complejos, y un señor con esos traumas infantiles y desviaciones, no sé yo hasta que punto podría cambiar hábitos que lleva adquiridos desde los 14 años.
Pero el peligro no está en Grey, si no en mujeres que se vean envueltas en una relación de este tipo, es decir, una relación con un hombre poderoso, rico, dominante, y que sea sádico.
Peligro porque ellas pueden pensar que pueden emular a Anastasia y conseguir redimir a su Grey, y puede que les salga bien y acaben casándose con su multimillonario de ensueño, o puede que, por el camino, acaben en el hospital o enterradas en paradero desconocido.
Y es que, si el sadismo degenera en sadismo mayor, pueden ocurrir cosas como lo que pasó con las niñas de Alcasser, porque de los latiguitos se puede pasar a los alicates si la cosa se le va a uno de las manos, y este tipo de gente con mucha pasta y poder puede perder en un momento el vínculo con la realidad entrando en un estado disociativo, probando fantasías salvajes restringidas al resto de los mortales por el mero hecho de que piensan que tienen derecho a todo lo que quieran por ser superiores (o eso creen ellos).
Y si no me crees a mí, lee esta carta abierta que escribe una siquiatra al respecto:
Otra evidencia que refuerza mi tesis: un libro que cuenta un caso real de una mujer que tiene una relación con un hombre muy rico, dominante, y aficionado al sexo no convencional.
En el libro Sexo, mentiras y banca (Clink Street Publishing), Lily Temperley nos cuenta su relación con un magnate de La City, y como al final tuvo que dejarlo por los abusos físicos y sicológicos que sufrió por parte de este.
De hecho ha surgido una iniciativa #50eurosno50sombras, promovida por el Instituto de Política Familiar de Baleares (IPFB) que pretende que en lugar de gastarte el dinero en el cine y en las palomitas para ti y tu pareja, dones el dinero a un refugio para mujeres maltratadas, utilizando la siguiente lógica:
“Ella no va a acabar en una bella casa en un lago con un chico que la adora; si tiene suerte acabará en un refugio, y si no tiene suerte terminará en un cementerio”.
Lo que no saben es que esta campaña está condenada al fracaso porque:
a) Cualquiera convence a tu novia de que no la llevas a ver la película.
b) Dudo mucho que una de las diseñadoras de la campaña venga luego a agradecértelo echando un polvo.
Y como todos sabemos, en la básica mente masculina, polvo wins.
Hay quien diría que es verdad eso de que algunas mujeres no saben lo que quieren.
Me sorprende que, a estas alturas de siglo, con todo lo que las mujeres han tenido que luchar por sus derechos, y con lo que les queda por luchar, haya féminas fascinadas por la historia de un guapo que te controla, te dice lo que puedes y no puedes hacer, y encima te pega y te quiere castigar cuando te comportas de forma diferente a como a él le gustaría.
En cualquier caso, pienso que no hay que satanizar, tan sólo hay que ser consciente las falacias que presenta la película y tenerla en su contexto, teniendo siempre claro que no hay que confundir sexualidad con pornografía ni amor con romanticismo.
También es bueno saber que vivimos en un mundo en el que las grandes empresas (en este caso las productoras) serían capaces de intentar convencerte de que comer mierda es bueno para el estómago si con ello pudieran despojarte de tu dinero, sin importarles lo más mínimo las consecuencias para tu salud.
Es decir, que ni las canciones de Marilyn Manson incitan al suicidio, ni 50 Sombras de Grey te va a convertir en víctima de abusos si tienes una personalidad formada y eres capaz de reconocer que es solo una fantasía que nunca podrá cumplirse en la vida real.
Si no, sería como decir que las películas de superhéroes son malas. El peligro no es la película en sí, el peligro es que te creas que eres Superman y saltes por una ventana.
Así que, chicas, cuidado con los Greys.
Y por si queréis ser más list@s que yo, y ahorraros el dinerito, aquí os dejo un genial resumen de la película en 30 segundos a cargo de Zorman:
[youtube=http://youtu.be/qEzVdXxkycc]
No conocía tu espacio y debo decir que me ha encantado leerte!
Yo me leí el libro pero fue por insistencia de una amiga, me gusta la novela erótica sí pero este libro no tiene nada de llamativo, que lectura más aburridora, lo terminé porque no soy de las que deja algo a medias así no me guste…
Me alegro de que te haya gustado. Yo hice el intento de terminarlo por cabezonería, pero me resultó tan insufrible que no tuve más remedio que dejarlo. Eran mis neuronas o yo.
Gracias por comentar
Estaba dispuesta a leerlo, porque voy de lectora sin prejuicios, y lo abrí por una página al azar: ella estaba dolorida porque él le había pegado y una amiga de ella estaba enojada con él y le reprochaba, y luego él se iba a consolar a la protagonista como el que apalea a un perro y luego lo acaricia. Tuve un sentimiento de rechazo tan profundo y visceral, que lo cerré y no he vuelto a abrirlo más ni creo que lo pueda leer nunca. Lo reconozco, me hirió la sensibilidad. Estoy totalmente de acuerdo contigo: tantos años de lucha contra el abuso a las mujeres para que ahora se mitifique la sumisión femenina y todas sueñen con ser sumisas de un millonario… Además, importantísimo el detalle del millonario. Si en vez de él el que te hace todo eso es el tipo que está en la cola del paro, sería un maltratador. Lo otro no, lo otro es morbo, sexo elitista o yo que sé… Si es que para todo hay clases.
Gracias por comentar. Mientras veía la película me preguntaba eso,¿qué pasaría si el personaje de Grey no estuviera rodeado del embrujo del glamour y el poder? ¿Seguría ejerciendo esa atracción magnética?
Yo creo que no. La protagonista lo habría mandado a paseo bien rápido.
¿Cuales son los límites de eses «amor»?
jeje… la tarjeta de crédito, el auto, la ropa de marca, el casoplón en los Hamptons, el jet privado, el terrenito en las Seychelles, la isla privada en la costa griega… está muy limitadito ese amor, limitado pero bien
Aunque no tenga una prosa intelectual ni este ecrito con tecnica de los grandes literarios, creo que es una novela entretenida… entiendase como entretenido, algo que te hace imaginar un mundo de fantasia y te saca un poco del contexto real…te hace explorar la sensualidad y erotismo desde otra perspectiva…
Yo ya he leido los tres libros completos, y al final me han gustado porque creo que deja claro que es ficcion…te das cuenta que es como cualquier otro libro de «cuentos de hadas» (por llamarlo de alguna forma)… Sino diganme, esta tambien satanizados los cuentos de la cenicienta, La sirenita y la Bella y la bestia???
En donde al final la protagonista hace mil y una estupidices y sacrificios para convertir a su amado en su principe azul y vivir felices por siempre?
Completamente de acuerdo con tu comentario final, cuando dices que ni las canciones de Manso deben insitarnos al suicidio ni Grey debe llevarnos a tolerar el maltrato…Estos libros son para que nos vayamos formando un criterio y personalidad equilibrada… LEER, eso es lo que hay que fomentar…ya sea lecturas clasicas o novelas modernas… diversificarnos y poder asi tener mas contexto para opinar.
Cierto, no creo que sea perjudicial para gente con un criterio formado, aunue me plantea mayores dudas en el caso de adolescentes