La semana pasada tuve el placer de publicar un post invitado en la web del escritor Jaume Vicent, Excentrya. En este caso hablo sobre como un libro que no es estrictamente de terror puede asustar al lector sin proponérselo.

Es un efecto curioso que se ha dado entre algunos lectores de Lo poco que sé del misterio.

¿Quieres saber más?

Puedes leer el post completo aquí.