Aprovecho estas fechas para rebloguear el artículo en el que expreso lo que pienso en torno a esta celebración y a sus orígenes, y el sinsentido de asociarla al nacimiento de Cristo.
Sí, es una vulgar reposición.
Si la tele puede, yo también.
Y de paso aprovecho también para felicitaros las fiestas.
Gracias por leerme.
Allá por 2012, en el programa Perdidos en la tribu una familia de Sevilla le llevó a una tribu de África, los Suri, una figura de una muñeca vestida de gitana, el típico souvenir que puedes encontrar en lo alto de la tele de la casa de una señora mayor como artículo decorativo de dudoso gusto.
Los concursantes se fueron sin lograr hacerles entender lo que era, dado que no tenían traductor (tan solo en algunas ocasiones), y como los pobres nativos no fueron capaces de imaginarse para que podría servir aquella inutilidad, se imaginaron que debía de ser algún tipo de deidad de la que le habían llevado una imagen como presente, un tótem.
La familia marchó a Sevilla, y luego hicieron la edición inversa, los africanos visitaban Sevilla.
Ahí nos permitían ver como, al haber tenido ese año la tribu de los Suri una buena cosecha, quedaron convencidos de que la figura del vestido de gitana era una diosa.
Esto debería darnos que pensar sobre el origen y la veracidad de las religiones.
De hecho la mayoría de la gente que profesa una religión lo hace porque ignoran los detalles sobre la historia de las mismas. Si lo hicieran se darían cuenta de que el plan hace agua por muchos lados.
Tal y como podemos ver en la wikipedia, aunque no es la única fuente que lo afirma
la Navidad proviene de la palabra latina nativitas (natividad) que significa nacimiento y se refiere particularmente al nacimiento de Cristo que es celebrado cada 25 de diciembre, sin embargo, en ninguna parte de la Biblia se menciona la fecha exacta del nacimiento de Jesús. La fiesta de Navidad fue reconocida 300 años después de su muerte, cuando el emperador Constantino permitió el cristianismo en el Imperio romano, después de haber sido perseguido por el Imperio desde tiempos de Nerón, porque la fecha había encontrado popularidad entre los romanos cristianos al tratarse de la fecha del «renacimiento» del Dios Sol.
Particularmente tuve conocimiento de este hecho a través de la película Papá Puerco, basada en el libro homónimo de Terry Pratchett, en el que el autor Británico, como siempre, hace una inteligente reflexión usando el equivalente a Nuestro Papá Noel en el Mundodisco.
En el documental Zeitgeist también dan una explicación muy detallada sobre el origen astrológico de esta celebración.
La fiesta cristiana de la navidad parece haber sido trasladada hacia el año 330, en tiempos de Constantino (306-337), al 25 de diciembre. Con ello se quería significar a Cristo como el verdadero Sol invictus.
Como siempre, la iglesia fagocitó las tradiciones paganas existentes para que a la gente les fuera más fácil aceptar su nueva religión. Estas fiestas paganas eran fiestas relacionadas con el solsticio de invierno,
los romanos celebraban el 25 de diciembre la fiesta del “Natalis Solis Invicti” o “Nacimiento del Sol Invicto”,fiesta que estaba asociada al nacimiento del dios del sol Apolo. El 25 de diciembre fue considerado como día del solsticio de invierno, al que los romanos llamaron bruma; cuando Julio César introdujo su calendario en el año 45 a. C., el 25 de diciembre debió ubicarse entre el 21 y 22 de diciembre de nuestro Calendario Gregoriano. De esta fiesta, los primeros cristianos tomaron la idea del 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Jesucristo.
Esta fiesta simbolizaba que el sol, dador de vida, Dios por antonomasia de las culturas antiguas, durante el 21 de diciembre, el día más corto del año, parecía morir.
Esto se debe a que, en este día, el sol alcanza su punto más bajo en el horizonte, mientras que, al día siguiente, vuelve a subir, con lo cual renace invicto.
A pesar de que no está claro si existen evidencias arqueológicas de la existencia de Jesús de Nazaret, los historiadores han tratado de dilucidar cuando habría nacido Cristo de acuerdo con lo que se cuenta en los textos disponibles.
Las principales evidencias señalan que tuvo que ser entorno a verano, puesto que, si había pastores con ovejas durmiendo al raso, de acuerdo con las condiciones meteorológicas del lugar en ese periodo histórico, tendría que ser durante la estación seca y un poco más cálida.
También se dedujo que el viaje de Nazaret a Belén de José y María tuvo que coincidir con la estación seca.
Por lo tanto, como en tantos otros ámbitos de la sociedad, estamos ante una mentira aceptada por la sociedad, que no se preocupa muchas veces por cuestionarse la realidad de las cosas si estas son aceptadas por la mayoría.
Os deseo que paséis unos días felices en compañía de vuestros seres queridos, que al final acaba siendo el único sentido de estas fiestas, que igual podrían llamarse El día del ligre espacial, El advenimiento del trocomocho o Vamos a comprar como cabrones que ya nos han puesto villancicos en las tiendas.
En cuanto a la celebración del nacimiento del mesías, sirvan estos villancicos para dejar constancia de mi espíritu navideño
Como bien has dicho, la Navidad así como otras celebraciones cristianas no son más que las adaptaciones de antiguas fiestas paganas.
Siempre he mantenido que el principal error de Jesús fue no escribir un libro donde dejar su legado. Simplemente fue un revolucionario que estaba en contra de los sacerdotes judíos y la iglesia judía, por eso lo vendieron a los romanos. Defendía que Dios está dentro de todos nosotros, y que no hacía falta iglesia o institución para rezar y sentir a Dios. Sin embargo, tras su muerte, el nombre de Jesús ha sido utilizado para potenciar todo aquello que él repudiaba.
Las religiones no son más que la respuesta del hombre a las sencillas preguntas de ¿por qué estoy aquí? ¿hay algo después de la muerte? Y todas tienen un mismo origen: la Magia llevada a cabo por los chamanes o brujos de las antiguas tribus. Pero conforme fueron pasando los años, la Magia fue evolucionando al no encontrar respuestas y derivó en la religión.
Yo pienso que, en esencia, todas las religiones son buenas y profesan los mismos mensajes: que nos amemos los unos a los otros, que no hagamos el mal, etc… Pero también tienen algo en común, y es que usan a Dios para su beneficio propio. Todos lo dioses están humanizados, lo que facilita su uso como escusa perfecta para controlar a la masa a través del miedo: si he trabajado duro y la cosecha es buena será gracias a mi esfuerzo, pero si diluvia y he perdido todo lo sembrado ha sido porque no cumplido con mis obligaciones religiosas.
Toda religión es buena, pero es usada en beneficio propio por parte del hombre, y para ello se necesita una institución y un sistema organizado: la Iglesia.
De modo que mientras la Iglesia siga utilizando a sus creyentes a través del miedo, y dichos creyentes sigan ignorantes, nada se podrá hacer.
Lo que sí te recomiendo, es que, independientemente del origen de estas fiestas, no trates de mezclar religión con tradición. Verás, yo soy Deista, pero celebro la navidad con mi familiar porque también vivo en una sociedad de tradición judeo-cristiana. Es lo que he vivido de pequeño y es lo que todos los años he celebrado. Y aunque no comparta la esencia de su celebración, por respeto a las tradiciones de mi cultura la celebro, aunque valorando solamente los buenos momentos que aporta: estar con mi familia a la que veo poco, o ver a mi hijo disfrutar con los juguetes que ha pedido a los Reyes Magos.
Las religiones, si se siguen sus preceptos, normalmente son positivas para el practicante.
EL problemas son los aparatos institucionales que se montan alrededor, y las personas que quieren arrogarse la línea directa con los dioses para utilizar a los fieles para sus fines políticos y económicos.
En eso coincido con lo que has dicho.
Respecto a las tradiciones, el hecho de conservarlas per se no tiene sentido, depende de lo que aporte la tradición, y de otros factores.
En cuanto a la navidad, quizás tenga sentido para quienes tengan niños pequeños, no lo sé, pero si me parece que la gente debería conocer el origen de las cosas, y luego escoger si tomarse la pastilla roja o la azul para seguir en matrix, pero que la sociedad potencie el falso mito solo porque es rentable escudándose en la tradición me parece inaceptable, aunuqe mis acciones las limito a mi ámbito de influencia, mi casa, mi blog y mis cuentas en las redes sociales.
Desde luego que no iré casas por casa tratando de evangelizar. Quien quiera escuchar que escuche.
Otro tema que daría mucho para hablar sería la hipocresía asociada con estas fiestas, pero eso es harina de otro costal.
Personalmente pienso que el hecho de que la gente conozca la verdad y sea más consciente no puede ser sino positivo para todos y a nivle personal.
Lo de cagarme en la navidad ya es opinión mía, quien no la comparta, se lo respeto.
Gracias por comentar.
Un saludo.