La ley del karma parece que existe. Hace unas semanas, leía un artículo de Jaume Vicent, escritor, corrector, y responsable del blog de literatura y terror Excentrya, en el que hablaba de cómo prefería reseñar libros en papel a los ebook.
Entre los autores que mencionó a los que le gustaría leer me incluyó, cosa que resultó una grata sorpresa, así que, no sin un poco de reparo, pues se trata de un escritor y corrector, con lo que no pude evitar un poco de inseguridad, le envié un ejemplar de Lo poco que sé del misterio y otro de Imposible pero incierto.
Por cierto, que de Lo poco que sé del misterio ya ha hecho una magnífica reseña, que puedes leer aquí.
Pues bien, el otro día me llegó una sorpresa a correos, que puedes ver en la imagen cabecera del post. Ni más ni menos que Blackwood, piel y huesos, su última novela, así como una selección de los facsímiles de penny dreadfuls editados por Pulpture, Historias cortas de intensa ficción, que son un objeto de coleccionista.
Así que, cual vampiro transilvano, no veo el momento de hincarles el diente…
¡Ya me contarás qué tal! Espero que te guste!
Te adelanto que en realidad me falta menos de un tercio de libro para terminar. Se lee muy bien, es muy dinámico. A ver qué secreto tienen que contarle los viejos al policía…
que buena pinta tiene el libro y los libretos, solo falta saber si los libretos huelen a polvo y humedad, como los de la librería vieja de la corredera.
¡Hola Casi! Estos no, estos huelen a tinta y a nuevo, pero es cuestión de que los dejes macerar en el sitio adecuado.
La verdad es que estas publicaciones facsímil de Pulpture son muy chulas y están muy bien de precio.
Pero es cierto que el encanto de aquella librería de viejo donde podía uno encontrar horribles volúmenes arcanos es inimitable.
Qué tiempos los de nuestras excursiones al Totem a comprar libros y comics, ¿eh?
¡Un abrazo!