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Muchas veces uno se autoimpone límites basados en suposiciones e ideas que luego no resultan ser ciertas. Piensas que, por haberte lanzado a la publicación independiente, hay determinados canales o fórmulas que automáticamente te están vedadas. Sin embargo, con el tiempo me he dado cuenta del mensaje que te traigo hoy: Quítate le complejo de escritor indie.

Y no me refiero a que te quites el sombrero Fedora y dejes el látigo a un lado (este chiste es infinito).

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No.

Me refiero a que no te limites solo por el complejo de ser autopublicado, por pensar que en los círculos literarios «ordinarios» te van a tomar a chufla.

Mi propia experiencia como escritor indie

Cuando comencé a publicar de forma independiente, pensaba que las presentaciones eran algo que estaba totalmente fuera de mi alcance. Nadie vendría a la presentación de una autor que no estuviera respaldado por una editorial, no habría cobertura de medios al no contar con los contactos en periódicos, radio y televisión que los editores pueden proporcionarte, ninguna librería querría concederte el espacio para ello, y en el caso de que realizaras el esfuerzo por hacerlo, los resultados no compensarían el esfuerzo.

Se equivocó la paloma.

La percepción de lo erróneo de esta suposición me vino de la mano de mi amigo, y también autor indie, Macoco G.M., que tuvo la osadía de organizar, como ya te conté aquí, la presentación de su opera prima, La sombra de la existencia, e incluso se permitió el lujo de cometer la insensatez de llevarme a mí de presentador del libro.

Y aún así la presentación se llenó.

Ya a pesar de tenerme a mí, un completo desconocido, como presentador, vendió libros.

Esto me dio que pensar. Quizás si compensaba el esfuerzo organizativo, aparte de lo gratificante que es el trato con la gente.

Pero aún hay más

En las próximas semanas se celebra la feria del libro de Córdoba.

Macoco G. M., de nuevo con gran osadía, se puso manos a la obra. Me comentó su plan de contactar con los organizadores para que le concedieran un espacio en la caseta de firma de libros.

En principio me mostré escéptico. Si eso lo organizaban las asociaciones de libreros de la ciudad dudaba mucho de que accedieran a las solicitudes de unos locos que se habían publicado su propio libro. Una ciudad pequeña, círculos cerrados, corporativismo del sector editorial tradicional… tú sabes.

De nuevo: error.

Nunca debes subestimar la capacidad de alguien que ha sido capaz de inventar el neologismo «flichornoso».

Resulta que la organiza el Ayuntamiento, y que la única condición es que tengas libros en alguno de los stands de la feria, cosa que se puede conseguir pactándolo previamente con alguna de las librerías participantes.

Que luego firmes alguno o no es harina de otro costal, pero este punto tampoco te lo garantiza publicar con una editorial.

Personalmente, cuando me enteré de sus avances era demasiado tarde para enviar la solicitud y las fechas me venían un poco a desmano, pero el año que viene estaré pendiente y si puedo haré por participar.

Siempre es una experiencia enriquecedora.

Así que, amigo escritor, el consejo que te dejo hoy es que existe un mundo offline que todavía es accesible incluso sin el respaldo de una editorial, y está lleno de gente agradable y experiencias gratificantes, aunque llegar a él conlleve algo de esfuerzo adicional.

Anímate, quítate el complejo de escritor indie.

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