El enredo de la bolsa o la vida, una novela de humor recomendada
Hace unas semanas te comentaba el grado de cumplimiento de mi lista de lecturas.
Hoy vengo a añadir una más a la lista de terminados.
Se trata de la novela El enredo de la bolsa o la vida, de Eduardo Mendoza, que es la cuarta parte de la saga de aventuras del detective loco innominado que comenzara con la genial novela El misterio de la cripta embrujada.
en otras ocasiones te he comentado que Eduardo Mendoza es uno de los escritores que me inspiran a la hora de escribir, y a los que más admiro.
Cuando leí el primer libro de esta saga en el instituto supuso para mí toda una revelación.Un libro no juvenil en el que se hacía una sátira de la novela negra, con elementos muy de nuestra cultura typical spanish, con situaciones delirantes que alcanzaban en ocasiones tintes surrealistas.
El libro me resultó muy original y divertido, y el autor dejaba claro su excelente dominio de la lengua de Cervantes y su buen hacer literario con una técnica narrativa impecable.
Con el paso de los años fui leyendo el resto de partes de esta singular saga, pero esta última parte me era desconocida, hasta que la vi un día curioseando en Goodreads.
También me enteré de que hay una adaptación cinematográfica de El misterio de la cripta embrujada, protagonizada por José Sacristán, que se llama La cripta, pero por más que la busco no he podido encontrarla.
Si sabes como localizarla te agradecería que me lo hicieras saber en el hilo de comentarios.
Mi opinión sobre El enredo de la bolsa o la vida, de Eduardo Mendoza
¿Qué me ha parecido el libro? Bueno, no está a la altura de otros episodios de la serie, y la verdad es que la investigación del misterio se me ha hecho un poco larga en algunos momentos, a pesar de que el libro no es muy extenso, pero está impecablemente escrito, aunque con frecuencia necesitarás tirar de diccionario para entender algunos cultismos empleados.
Tiene algunos golpes hilarantes, algunas reflexiones muy buenas, y en general es un libro ameno y divertido.
Quizás echo de menos algo más de celeridad en el desenvolvimiento de la trama y echo algo de más el exceso de personajes secundarios que a veces no aportan mucho.
Y en un par de pasajes se puede apreciar ese destello de humor absurdo de la, a mi juicio, mejor obra del autor, la inclasificable Sin noticias de Gurb.
En conclusión, un libro recomendable para pasar unas vacaciones entretenidas.
Puedes conseguir el libro El enredo de la bolsa o la vida aquí.
Revisa tus gustos o no, desconocido rrlopez. porque mendoza es de aquí a lima o a perú o a arequipa, o a chiapas, (jamás a Macondo, lo peor de lo peor), el mejor y el más charlista charlante charlatán (dos mantas a un euro, no, señora, tres mantas por dos euros) enredador no escritor que rellena folios con el new roman de diez o el courier de 24 gustándose tanto que hasta llega a gustar a señoras y señoritas de la alta burguesía de la marca hispánica que llamaban los antiguos a esos territorios visigodos o bárbaros extranjeros hasta que el imperio romano los anexionó para formar parte de la hispania entera (sobran las comas, las mas (sic), sin acento), sobre todo, vaya, que no hacen falta, es mejor leerlo todo seguido hasta que sin aliento presente falte el aire y haya que parar un poquito para inspirarlo) Pues eso, que no sólo de inspiración vive el hombre, ¡voto a bríos!, sino también de la palabra de un libro que comentaste que ibas a leer y a publicar su reseña y que por lo que veo no encuentro en parte alguna, sobre una marcas (frontera), sobre una preposición (sobre), una «colora» (Roja) y un fenómeno atmosférico propio de mi pueblo de noviembre a abril. Como los anónimos los arrojan otros, no te arrojo nada, sino que te pido tu arbitrario de primera división juicio acerca de «Nieve roja sobre Frontera»- Se te traspapeló, se te quedó encima del piano o se convirtió en cobre Gary. Las excusas para los niños de teta, deivi. Si no te gustó, dímelo pero al menos con tantas palabras y tantos argumentos (please) como los míos. Voy a tener que publicarlo (el comentario, la crítica, la reseña, el elogio, la oración fúnebre el ditirambo o la aleluya) en mi blog y me gustaría cómo que no poner mucha foto. Prefiero el «escribe sacando el zumo vida del cerebro del homínido sapiens sapiens) que el «corta y pega» de los anónimos anonimatos «anonimateos» (O de arimatea o referidos al evangelista mateo). Como ves lo estoy alargando todo esto para que tu (pre)juicio sea más largo que el de salomón o que el de nuremberg. Y la dedicatoria que te dio tu tío era evangélicamente cierta de toda certeza y de toda certidumbre certificada Antaño puede que los pájaros volaran por tu cabeza o por la mía, no lo sé a ciencia cierta, como tampoco sé a quién le va a tocar el sorteo del euromillón del jueves, en el que invierto la estratosférica suma de un euro; ya te digo, que no lo sé ni quiero saberlo, pero hogaño deseo convertirme no en tu escritor de cabecera, sino en tul preferido. ¡Atenta la formación, ar! ¡Marcha ligera, ar! Paso de maniobra, ahora. Si no hiciste la mili, salta el potro y te quedará con otro que marsea o marcea de p.m. Que «Teniente Bravo» es una de los relatos más profundos, originales y maravillosos que éste tipo ha leído (yo) Pero como es tu «modus vivendi», pues eso, que voy a ser tu escritor favorito. ¡Por éstas! Si no has leído mi manifiesto, allá tú. Pero te has perdido lo más grande que he escrito hasta ahora. A partir de ahora, mucho y mejor. Ya sabes llegar a mi blog. Y te recuerdo que jamás se hace camino al andar. Para eso ya están las carreteras, las autopistas, las calles adoquinadas y las travesías que convergen en la plaza donde vive mi tía Enriqueta. Quedo a la espera de sus noticias y le saludo atenta o cordial o amistosa o sinceramente. ¡Atento, grumete, que ni Stevenson ni Froid me parecen dignos de imitación ni de lectura ni de abrir ni una de las páginas escritas por ellos. Kafka sí, kafka era pues eso, un pobrecillo que, como le decían ayer a la (sic) alba mientras con su luz y algo más fregaba las tinieblas de otros, tuvo la mala suerte de nacer antes de que se descubrieran los antibióticos y la vida sana del Chad (sic). Gregorio Samsa ya es un arquetipo de la Humanidad entera, como lo fueron en día don Juan, la Celestina, don Quijote o el Buscón, para hablar sólo de los hispano-medievales. El Lazarillo fue otro. Estoy enlazando capítulos de mi manifiesto (del 1 al 9 son los cantos rodados dignos de que tus ojitos que un día se han de comer los gusanos se paseen por ellos (no hay más). Ya entenderás por qué si los lees antes de que los borre definitivamente y los… Si Kafka hubiera nacido cien años más tarde, seguiría escribiendo maravillas como La Metamorfosis, Ahí hay un !ay! de dolor universal, de naúsea «desistencial», de vacío vivencial, de incapacidad para vivir como un ser humano, de «no puedo, no puedo, no puedo», de ejecución legal al amanecer en cualquier lugar o residencia o penal sombrío, cama incluída, del que, como es lógico, el tal mendoza ni se entera. Puedes contemplar íntegras las entradas novena (entera) y la primera, (no tengo de ella comentario tuyo que yo sepa, por lo que sospecho que no la has leído a conciencia concienzuda concienzudamente, y luego te recomiendo que reces el rosario con mi prima Emerenciana (yo te la presento, si tú quieres) De nada. Es mi respuesta a tus «gracias» por este comentario breve pero enjundioso, en el que he conseguido enlazar (cuadrar el círculo= de mendoza a mendoza y tiro porque me toca. Yo lo tiro y reseño lo solicitado con educación tan seria como sensata. ¿Tú? Escribe o calla para siempre, amigo o conocido circular. Adiós, mi lector favorito. Hasta cuando tú quieras. En mi blog también se admiten opiniones y en mi espectáculo, espectadores, Tú sabrás, yo no.
Para gustos, colores.
Póngame a los pies de sus señora.
Puesto quedas. Hasta siempre.