En el primer programa del año repasamos con Luis Jiménez la saga Phantasm, una de las franquicias más emblemáticas del cine de horror de los 70, 80 y 90.
En la temporada pasada dedicamos un especial a una de las sagas más originales del terror que surgió en los años 80, Hellraiser.
Esta temporada le toca a otra serie de películas que surgió a finales de los 70 y que tuvo su principal desarrollo en la década de los 80, una saga que ocupa un lugar muy especial en el corazón de los aficionados al cine de terror y que, en cierto modo, también revolucionó el género a pesar de contar, como Hellraiser, con unos recursos muy limitados en su primera entrega.
De nuevo, la originalidad y el ingenio aguzado por la falta de medios dieron lugar a una historia inclasificable que se convertiría en un clásico con el paso de los años.
Preparaos para adentraros en un mundo de pesadilla, donde las normas de la lógica, del tiempo y del espacio, no valen, un mundo que conecta con el nuestro a través de terribles dimensiones en las que un ser maléfico aguarda para destruir a la humanidad.
Preparaos para entrar en los dominios del Hombre alto.
Porque, durante un tiempo, vamos a penetrar en el mundo de pesadilla de la saga Phantasm.
Pero antes de hacerlo, conozcamos la mente de la que surgió este fantástico universo.
Puedes escucharlo en Ivoox.
La saga Phantasm: el horror de Don Coscarelli
En 1954, en Libia, nace Don Coscarelli, pero su infancia la pasó en el sur de California.
Desde su más tierna juventud, el imaginativo Coscarelli fue un apasionado del cine, y se dedicaba a hacer películas de bajo presupuesto que eran emitidas por canales de televisión locales que obtuvieron una buena respuesta del público.
Tras un par de producciones prácticamente amateur tituladas Jim, el más grande del mundo y Kenny y compañía, ambas centradas en el universo de los dramas ligeros juveniles, un joven Coscarelli que contaba solo con 23 años de edad se lanzó al género de terror en 1977 iniciando el rodaje de Phantasm, que sería estrenada en 1979, sin saber que sería el inicio de una de las sagas más emblemáticas del cine fantástico y de terror.
Don Coscarelli acababa de estrenar Kenny & Company (1976), una comedia familiar en la que descubrió que el público respondía bien a los sustos que había durante el metraje en una escena relacionada con Halloween. El fracaso de taquilla de la misma hizo que se decidiese por hacer una cinta de terror, algo que pensaba que siempre iba a funcionar.
Años más tarde, el propio creador de la saga diría sobre la misma:
El hecho de que tenga algo de longevidad me sigue sorprendiendo. Pero te diré que el tema principal es eterno. Trata del miedo a la muerte de y lo que pasa después de que mueres. Los seres humanos no vamos a responder a estas cuestiones en nuestra vida.
Coscarelli rodó la película con un exiguo presupuesto de 300.000 dólares que le prestaron entre su padre y algunos amigos de la familia.
El equipo de rodaje y el elenco estaba formado prácticamente por aficionados, y el propio Coscarelli tuvo que hacer de director, montador y guionista.
La película se rodó exclusivamente durante los fines de semana, a veces en sesiones de más de veinte horas, en un rodaje que se prolongó un año.
Debido a la limitación de presupuesto, Coscarelli alquilaba los equipos de rodaje el viernes, así podía usarlos el sábado y el domingo sin coste alguno, y los devolvía el lunes.
La idea para la película surgió de una pesadilla del propio director.
A finales de su adolescencia tuvo un sueño en el que huía a través de pasillos de mármol interminables mientras le perseguía una esfera cromada que intentaba penetrarle el cráneo con una aguja. También había un generador de esferas bastante futurista del que emergían las bolas y comenzaban a perseguirle.
Eligió el título Phantasm porque era una palabra que Edgar Allan Poe usaba frecuentemente en sus obras. En inglés, Phantasm es un cultismo del inglés con origen en el latín que significa fantasma, por lo que su uso es menos frecuente que sus sinónimos ghost o wraith.
En España se decidió conservar el exotismo del término, por lo que, en lugar de traducir el título, tan solo se añadió una a al final, por lo que en nuestros cines fue estrenada como Phantasma.
El cineasta ha reconocido que sus principales influencias para la primera entrega de la saga Phantasm fueron algunas de sus películas favoritas, como Invasores de Marte, en la que el niño protagonista tiene que convencer a todo el mundo de que están sufriendo una invasión alienígena, la estética surrealista de los cuadros de Salvador Dalí, así como influencias literarias de la ciencia ficción de Robert A. Heinlein o Frank Herbert, el autor de Dune.
De hecho, hay una escena inspirada en Dune, en la que el protagonista, al igual que Paul Atreides, tiene que meter las manos en una “caja del miedo”.
Coscarelli también se inspiró en la novela de Ray Bradbury La feria de las tinieblas, dado que siempre había querido adaptarla al cine pero no había podido hacerse con los derechos, no en vano la idea para rodar Phantasm surgió cuando Reggie Bannister, el actor que encarna al personaje de Reggie en la película, le sugirió a Coscarelli la idea de adaptar la novela de Bradbury, pero se dieron cuenta de que el escritor había vendido los derechos a Disney, por lo que decidieron hacer ellos un proyecto similar.
De hecho, la adaptación de 1983 de esta novela se parece en muchos aspectos visuales a Phantasm.
En lo referente a influencias fílmicas, cabe destacar que en 1977, mientras se rodaba, Coscarelli vio en el cine una película estrenada ese mismo año, Suspira, de Dario Argento, a la que la saga Phantasm debe parte de su atmósfera onírica, los saltos inconexos entre escenas y el estilo de su banda sonora.
Aunque no está comprobado que Coscarelli la viera, hay una película española de 1975, que surgió como una explotación de El exorcista, titulada El juego del diablo, en la que aparece ya un espectro cuya apariencia y movimientos son iguales a los de El hombre alto.
Un año más tarde saldría otro villano que también influiría en la creación de este personaje, el siniestro conductor del coche fúnebre de la película Burnt offerings, de 1976, un funerario espectral que maneja ataúdes.
Y por supuesto, vemos una reminiscencia del Nosferatu de Murneau portando con una sola mano su propio féretro en las escenas en las que el Hombre alto, encarnado por Angus Scrimm, coge ataúdes con un solo brazo.
Con todo esto en la cabeza, Coscarelli pasó dos semanas en una cabaña solitaria en las montañas de las afueras de Los Ángeles para escribir el guion.
Coscarelli ha contado en alguna ocasión cuál fue la principal idea subyacente detrás de la película:
Tenía el objetivo de hacer una película de horror e intentar explorar el “modo de muerte americano” y usar algunos de esos iconos, desde los coches fúnebres negros a los ataúdes, y los mausoleos, y las funerarias y el enterrador siniestro.
La intención era esa y la de que fuera terrorífica para causar algunos sustos. Creo que eso es básicamente lo que estaba intentando hacer, lo que creo que hice.
Pero entonces no me di cuenta de que, al mismo tiempo, tendría esas cualidades surreales y extrañas.
Algunas de ellas fueron fruto de la necesidad debido al presupuesto, y otras fueron solo esos felices accidentes que ocurren cuando estás haciendo una película.
Comenzaron a rodar sin el guion terminado, por lo que la historia iba cambiando durante el rodaje y a medida que improvisaban, al punto de que antes de terminar tenían rodados varios finales alternativos.
El resultado final fue un metraje de más de tres horas, pero Coscarelli decidió que era demasiado para mantener el interés del espectador, por lo que realizó muchos cortes.
Las primeras pruebas de público fueron un fracaso por la excesiva duración de la cinta, lo que hizo que hubiese que cortar en el montaje, lo que fue fragmentando poco a poco el hilo narrativo principal hasta que casi desapareció, dando la impresión de que la película era una sucesión de escenas vagamente conectadas entre sí.
Parte de ese metraje inédito se reutilizó a finales de los 90 en Phantasma IV: Apocalipsis.
El hecho de que las primeras películas de Coscarelli fueran dramas juveniles se nota en la primera entrega de la saga Phantasm, dado que nos presenta a Mike, un chico huérfano que se dedica a espiar la funeraria local con unos prismáticos, gracias a lo cual descubre sus extraños e inquietantes secretos, como esferas plateadas asesinas que salen de portales dimensionales en las paredes, extraños enanos ensotanados que parecen robar ataúdes, y al siniestro enterrador al que apodará El hombre alto, y un tipo extraño con fuerza sobrehumana y que puede materializarse en cualquier parte.
El hermano de Mike, Jody, y su amigo Reggie, un vendedor ambulante de helados con aspiraciones de cantautor, le ayudarán a luchar contra el hombre alto y sus huestes.
Como trasfondo de toda esta historia está presente el miedo del adolescente a crecer y a afrontar responsabilidades y la pérdida de la inocencia, materializado en el miedo del protagonista a perder la única figura paterna que le queda, su hermano mayor Jody.
Y, volviendo al villano de la cinta, tenemos al terrible Hombre Alto, interpretado por el carismático Angus Scrimm.
Coscarelli había trabajado en su primera película con Angus Scrimm, por lo que ya eran viejos conocidos. En 1976 el co-productor de Coscarelli, Paul Pepperman, se acercó a Scrimm durante un preestreno de Kenny y compañía, y le contó que Coscarelli quería ofrecerle un papel en su nueva película para interpretar a un alienígena, lo que entusiasmó al actor.
A pesar de que Scrimm medía 1,93 metros, le hicieron usar botas con plantillas para aumentar su altura en 10 cm, y trajes de talla menor que la suya para reforzar la impresión de altura.
Debido de nuevo al modesto presupuesto, Coscarelli tiró de ingenio para algunos efectos especiales.
En el caso del vuelo de las esferas cromadas, hacían que un jugador de baseball las lanzara y luego montaban la escena al revés.
Para las escenas en las que las bolas se clavaban en la cabeza, pegaban la bola a la cabeza del actor y luego tiraban de ella, y luego incluían la escena al revés.
La famosa escena del dedo amputado del hombre alto que cobra vida propia se le ocurrió a Coscarelli al atravesar un vaso de café de poliespam con el dedo. Al mirar como sobresalía su dedo por el fondo, le gustó el efecto y decidió utilizarlo en la película.
Una de las anécdotas más llamativas del rodaje la interpretó el actor secundario Kenneth V. Jones.
El día que rodaron su muerte a manos de una de las esferas plateadas acabó tan cansado que no se paró a que le quitaran el maquillaje. Al volver a casa un policía le detuvo, ya que el actor estaba cubierto de sangre falsa, y el agente de la ley creía que había cometido un delito, pero finalmente el actor logró convencer al agente de que no había matado a nadie y que era parte de un rodaje.
Unas de las criaturas más icónicas de la película, los enanos zombis que sirven al hombre alto, se hicieron famosas porque eran idénticas a los Jawas de Star wars, por lo que muchos acusaban a Phantasm de plagio, pero en realidad el diseño de los enanos ya estaba terminado antes de se estrenara Star Wars en 1977.
Phantasm se estrenó a la vez que Halloween y la colinas tienen ojos, pero destacó, a pesar de ser una película independiente, dado que se alejaba de la moda del slasher, y el público pudo ver una película totalmente original que mezclaba elementos fantásticos de terror y ciencia ficción.
De hecho, la habitación blanca con las extrañas barras metálicas que aparece al final de la película se inspiró en una escena de 2001: odisea en el espacio.
Muchos han querido relacionar el toque surrealista de Phantasm con la influencia de cineastas como David Lynch, Xavier Dolan o Alejandro Jodorowsky, pero el mismo Coscarelli ha reconocido que esa atmósfera irreal se debía más a la falta de presupuesto de la película y a su inexperiencia como director, lo que le permitió saltarse todas las convenciones narrativas y de género dando lugar a algo único.
Un ejemplo de ello son las interminables persecuciones por los pasillos de mármol del interior de la funeraria, que parece interminable y que dota al metraje de una atmósfera laberíntica y asfixiante, pero en fueron filmadas siempre en el mismo pasillo, que de hecho no era un pasillo real, sino que estaba construido de madera contrachapada cubierta con papel adhesivo que imitaba el mármol.
La película se estrenó en enero de 1979 y recaudó 11 millones y medio de dólares, lo que la convirtió en todo un éxito, dado su coste producción no había llegado ni al medio millón.
Esto hizo que los grandes estudios se fijaran en la película de Coscarelli igual que un buitre se fijaría en el cadáver de un burro.
Pero antes de continuar con la historia del resto de la saga, veamos por qué digo que es una gran saga, y para ello veremos algunos ejemplos de la influencia que esta humilde franquicia ha tenido en la cultura de masas.
Para empezar, muchos afirman que Phantasm fue una clara influencia para otra de las grandes sagas del terror: Pesadilla en Elm Street, que también se caracteriza por su ambiente onírico de pesadilla.
Esta franquicia incluso ha influido en la música. La canción de Motorhead Ace of Spades, sin ir más lejos, surgió de la idea que tuvo Lemmy Killmister de que la cabeza del personaje de Mike se parecía al as de picas, por lo que se puso a escribir la letra durante la proyección de la película en una libreta.
Durante la elaboración de este programa he resuelto un pequeño misterio relacionado con la película.
En algunas ocasiones el libro El misterio de Salem’s Lot aparecía como si estuviera relacionado con la saga.
De hecho, esta fue la primera novela de King que leí, porque en la publicidad hacían referencia a un extraño Hombre alto que llega la ciudad, como si tuviera relación con la saga Phantasm.
Toda esta confusión se debe a que en nuestro país se intentó comercializar la película como si fuera la continuación de El misterio de Salem´s Lot, de Tobe Hooper.
Pero lo cierto es que ha habido una influencia recíproca entre ambos.
En It, Stephen King tomó de la saga Phantasm la idea de que Penny Wise se moviera en una foto en blanco y negro, cosa que ya hacía el Hombre alto en la franquicia en una escena.
Para cerrar el círculo, Coscarelli sacó del final de El misterio de Salem´s Lot, en la que un hombre y un chico acababan formando un equipo de cazavampiros, la idea para la secuela de Phantasm en la que Reggie y Mike se echan a la carretera para combatir al hombre alto y su ejército de enanos zombis encapuchados.
Y esta influencia ha llegado hasta nuestros días.
El director y productor J. J. Abrams es un fan confeso de esta saga, y explicó que el nombre de la Capitana Phasma de las últimas entregas de Star Wars está inspirado en la saga, al igual que la armadura plateada de este personaje, que hace un guiño a las esferas asesinas cromadas de Coscarelli.
De hecho, la compañía de Abrams Bad Robot fue la responsable de la remasterización en HD de las películas de Phantasm.
Aunque no vamos a hablar mucho del universo expandido de esta franquicia, sí quería mencionar que la madre de Don Coscarelli, la escritora Kate Coscarelli, además de ayudar en la producción de la película como diseñadora de producción y de maquillaje, escribió una novela basada en la película que fue publicada en 2002 y de la que solo se imprimieron 500 copias.
Más tarde, después el estreno de la cuarta entrega de la saga, se publicó un comic oficial de la saga de la editorial Xmachina
Para terminar con esta primera entrega de la saga, hacer una mención a su banda sonora, una música compuesta con los primitivos sintetizadores de la época (que estamos escuchando de fondo) y que emulaba a otras del género de terror como las compuestas por el grupo Goblin para suspiria o el Tubular Bells de Mike Oldfield incluido en El exorcista.
Phantasma II. El regreso
Después de este primer éxito de taquilla, Coscarelli repitió con otra película icónica dentro de la fantasía, pero esta vez cambiando de tercio hacia la fantasía épica con El señor de las bestias.
Esto le sirvió para reafirmarse como director dentro de la industria, por lo que los estudios le ofrecieron la posibilidad de continuar con la franquicia.
Así que la Universal convenció a Coscarelli para rodar Phantasma: II. El Regreso, dándole un presupuesto de tres millones de dólares, que sin ser mucho para esta productora (de hecho fue la película más barata que produjeron en los años 80), sí que representaba un aumento sustancial para la franquicia.
Pero cometieron un fallo, dado que esto lo hicieron 9 años después del éxito de la primera parte de la saga.
Esto hizo que los nuevos fans del terror que llevaban 9 años yendo al cine no tuvieran ni idea sobre esta saga, por lo que tan solo tuvo tirón entre la pequeña base de fans que había creado la primera parte.
Pero los estudios no dan nada gratis. En esta entrega Se elimina la subtrama de Jody por imposición del estudio, y se cambia al actor que lo interpretaba, sustituyendo al amigo de Coscarelli A. Michael Baldwin por un actor de carrera: James LeGros.
Además el estudio coartó la creatividad de Coscarelli al prohibirle rodar escenas demasiado oníricas y alegóricas.
En su estreno recaudó tan solo 7,3 millones de dólares.
Por este motivo, el estudio retiró la financiación a Coscarelli para posteriores secuelas, comprometiéndose solo a distribuirlas.
Alrededor del minuto 6 en la película hay una escena de la explosión de una casa.
La casa estaba muy cerca del aeropuerto, por lo que este mandó a un oficial de seguridad para supervisar la explosión.
El tipo preguntó qué película estaban rodando, y cuando le dijero que era para la saga Phantasm, dijo: ¿Esto es Phantasm? ¡Vamos a reventarla!
Y les dejó poner todo el explosivo que quisieran.
En esta peli aparece la temible esfera dorada, a la que el equipo de rodaje llamó Rambo.
La conferencia de obispos católicos de USA se opuso a su proyección diciendo que era moralmente ofensiva.
En ella, a lo largo de la película, hay varios huevos de Pascua en homenaje a Sam Raimi, que es amigo de Coscarellli y que acudió con frecuencia al estudio durante el rodaje de la misma.
Phantasm III: Lord of the Dead
La ausencia de estudio hizo que Coscarelli pudiera recuperar su libertad creativa, por lo que, con lo que con Phantasm III: Lord of the Dead, que en nuestro país se subtituló como “El pasaje del terror”, vaya usted a saber por qué, Coscarelli recuperó muchos de los elementos característicos de la saga, como la vuelta de A. Michael Baldwin al papel de Jody.
Esta entrega es una road movie postapocalíptica, lo que hace que siga ganando en originalidad.
Esta entrega recaudó tan solo 350.000 dólares, pero seguía teniendo una base leal de fans, por lo que Coscarelli se animó a continuar la franquicia.
Esta entrega tuvo un estreno en cines muy limitado, solo en algunos festivales, tras lo cual salió directamente a vídeo.
Universal cambió el título ‘Phantasm III’ por ‘Phantasm: Lord of the Dead’ para su estreno, porque pensaron que la mayoría del público se habría olvidado de la saga, y no lo verían si formaba parte de una saga que no conocían.
En esta entrega los interiores sí fueron rodados en un mausoleo de verdad llamado “Angeles Abbey MAusoleum”
La película fue rodada en 45 días, la mayor parte de noche, y es la primera entrega de la saga que usó efectos digitales, para la transformación de Jody en una esfera.
Hay una curiosidad que he incluido porque hacer referencia a otra de mis sagas favoritas de cine fantástico y de terror de los 80: House, una casa alucinante.
Consiste en que la casa donde vive uno de los personajes, Tim, es la misma donde transcurre la trama principal de House.
Phantasma IV: Apocalipsis
De nuevo en tierras españolas decidimos rebautizar esta entrega, que origninalmente se llamaba Phantasm IV: Oblivion.
Hay que decir que, el título inicial era Phantasm IV: Infinity, pero lo cambiaron a Phantasm IV: Oblivion durante la postproducción, aunque en un alarde de flichornismo, Coscarelli admitió que originalmente quería llamarla Phantasm Phorever, pero se dio cuenta de que daba mucho el cante.
Debido a las críticas que Phantasm II había recibido por profundizar demasiado en la dirección de la comedia de terror, el director intentó llevar la saga a sus raíces enfocándose más en el horror y el surrealismo, reciclando además parte del metraje inédito de la primera parte de la saga.
En cuanto a los datos y curiosidades de esta parte de la saga, esta entrega se filmó en 23 días.
La principal curiosidad es que en realidad esta película tendría que haber sido una película muy distinta.
Y eso se debe a que Roger Avery, guionista que colaboró con Tarantino en los guiones de Pulp fiction y Reservoir dogs, y fan confeso de la saga, había escrito un guion para la cuarta parte de la saga titulado Phantasm: 1999 A. D., que transcurría en un futuro postapocalíptico y en el que Bruce Campbell, el actor que interpreta a Ash en la saga Evil Dead, habría tenido un papel coprotagonista.
Por desgracia, no pudo conseguir el presupuesto necesario (unos 10 millones de dólares), por lo que Coscarelli dirigió esta cuarta entrega para ganar tiempo, y cambiaron el título del guion de Avery por Phantasm 2012 A. D.
La sinopsis de esta entrega que nunca llegó era la siguiente:
En el año 2012 solo quedan 3 estados libres en los Estados Unidos.
Entre Nueva York y California se extiende un yermo conocido como la Zona de la Plaga, que está dominado por el Hombre Alto y su ejército de enanos zombis que ha crecido debido al incremento del número de muertos. En este desierto también moran los Baggers, criaturas con forma humana que están infectadas por la sangre del Hombre Alto, así como las esferas centinela.
Las huestes del hombre alto intentan constantemente romper la barrera entre su dimensión y nuestro mundo para terminar de colonizarlo.
Un grupo de soldados equipados con alta tecnología intentaran destruir la dimensión roja de la que el hombre alto obtiene su poder.
Reggie se guía por una serie de pesadillas para intentar encontrar a Mike. ¿Podrán derrotar al hombre alto de una vez por todas?
Pero como finalmente se descartó el proyecto por falta de financiación, y lo único que quedó de este guión fue una escena en Phantasm IV: apocalipsis, en la que Reggie, vestido de heladero, intenta acostarse con una dominatrix en una habitación de hotel, pero descubre que en lugar de tetas tiene dos esferas del hombre alto incrustadas en el pecho que le atacan.
La canción que suena durante los créditos finales de esta entrega, titulada Have you seen it?, fue compuesta e interpretada por el propio Reggie Bannister y su banda Reggie “B” The Yizz Wailin’ Ya’ Doggies, incluida en su album «Fool’s Paradise», publicado en 1996.
Alrededor del la hora y diez minutos de la película, hay una escena en la que Reggie disapara en la cara a uno de los enanos del hombre alto, que era interpretado por la hija de Coscarelli, Wendy.
En esta cuarta entrega, había una escena cuyo rodaje tenía gran dificultad, porque consistía en rodar en Wilshire Boulevard, la calle más larga de Los Ángeles, con la calle totalmente desierta.
Pero cerrar la calle hubiera sido demasiado caro, por lo que el equipo tuvo que optar por una solución muy ingeniosa.
Para ello rodaron pocos minutos antes del amanecer del día festivo de Acción de Gracias, sin tener los permisos necesarios para ello, al estilo guerrilla, solo con Michael Baldwin y Angus Scrimm, en menos de 10 minutos.
Phantasma V: Desolación (Phantasm: Ravager, 2016)
Dieciocho años después de la cuarta entrega llegó el final de la saga Phantasm, la única entrega que no fue dirigida por Coscarelli, que cedió la batuta a David Hartman.
La película aprovecha algunas de las ideas del guion no realizado de Avery, y nos muestra un futuro desolado en el que el hombre alto ha invadido nuestra dimension y los humanos supervivientes se han agrupado en una resistencia que trata de combatirlo.
Los efectos y la calidad de esta entrega son mucho peores que todas las anteriores, pero tiene el valor de ser un homenaje al actor que encarnó al Hombre Alto, Angus Scrimm, que murió poco después de su estreno.
La única curiosidad que merece mención no está precisamente relacionada con la propio película, sino con otro de los films de Coscarelli.
Y es que el pillastre del director, nos mostraba en una escena de su película de 2012 John muere al final un DVD de atrezzo de la película Phantasm Ravager, anticipando así el que sería su último proyecto relacionado con la saga.