Te comentaba el otro día, que había publicado un relato muy breve de miedo para el reto Wattvampiros en la plataforma Wattpad.
Pues bien, se me ocurrió una posible continuación, a petición de algunos de los lectores, que hoy te dejo aquí por si quieres leer.
Tiene una extensión de algo más de 100 palabras, por lo que se lee en un abrir y cerrar de ojos.
Y te anuncio que al final, a petición de los usuarios de Wattpad, salieron un par de partes más que iré publicando.
Espero que lo disfrutes y me dejes tus impresiones en el hilo de comentarios.
Un cuento corto de terror de la saga Limpieza dental: Epílogo
Epílogo
Muy bien, señora, siéntese en el asiento. Póngase cómoda. Sí señor, así, agustito.
Como la intervención es complicada, le voy a poner una anestesia general.
¿Cómo? ¿Que por qué le pongo una anestesia si es solo un empaste?
Bueno… mire, cada maestrillo tiene su librillo. Créame que con la anestesia no se va usted a enterar.
Este método me lo enseñó un paciente, de Rumanía… da igual, no lo entendería.
Señora, no me replique, que es usted la última paciente, y estoy deseando irme a casa.
¿Que porqué solo abrimos en horario de tarde-noche? Bueno, es cierto que si también abriéramos por la mañana no pasaría esto, pero es que tengo cierta reacción cutánea al sol. ¿Sabe lo que es la porfiria?
¿Que por qué se me ha puesto la voz tan ronca? Será que me he constipado. Ya sabe, los cambios de tiempo.
No señora, no me tiemblan las manos, es que usted se lo imagina con el nerviosismo.
¿Que la mire a la cara cuando le hablo? Sí perdone, es que tiene usted un cuello tan… suculento.
¿Que qué le pasa a mis ojos? Nada, nada, que me he comprado unas lentillas rojas, ¿sabe? Me he metido a gótico, se liga mucho.
Señora, me estoy impacientando. No me haga que me quite la mascarilla, no le va a gustar…
No, no me malinterprete, no he querido ser borde, pero es que me gustaría terminar con esto.
Tengo mucha hambre…
Por un momento me parecieron las respuestas del Lobo a Caperucita. Solo me ha faltado el detalle de que la señora hubiera llegado con abrigo rojo :D :D :D
Jeje, ¡es cierto, no me había dado cuenta! Eso son las influencias a la hora de escribir, que quedan registradas en el subconsciente.
Se nos escapan las emociones por los puntos suspensivos ;)
Pero… ¿al final le hace el empaste o no? ¡Qué intríngulis!
Jaja! Al final lo que le hace es sangre.