Puedes conseguir el libro completo aquí.
Junto al parque Alcosa, en Sevilla Este, hay un paraje desolado, cercano al aeropuerto de Sevilla.
En el descansa la osamenta de la que otrora fuera la base militar aérea de San Pablo.
Y al parecer, los espíritus campan por sus fueros en este lugar. ¿Te atreves a visitarlo?
Para los recién llegados: este es un capítulo que forma parte del libro que estoy preparando actualmente, Lo poco que sé del misterio, y que plantea una aproximación a los temas paranormales y misteriosos desde el punto de vista de un aficionado cualquiera.
¿Hasta que punto podemos penetrar en las insondables brumas del misterio?
¿Es posible para una persona que no sea un experto experimentar estas cuestiones?
Este es el último de los capítulos que publicaré en Internet.
El resto irán incluidos como extra cuando se publique el libro.
El sanatorio de los muertos
Había leído en Internet sobre él, pero desconocía su ubicación.
Los testimonios hablan de que en el se aparece una niña vestida de blanco, que se cree murió al ser arrojada a un pozo en una finca cercana.
Una prostituta fue hallada muerta en estas estancias.
También hablan los investigadores de un señor que se aparece en la segunda planta del edificio del hospital. Es un señor viejo, que arrastra un gotero.
Algunas personas que se acercan al sanatorio a jugar al paintball y al softball dicen que han visto sombras en su interior y que se han sentido observados.
Tras hacer una de las rutas por Sevilla en las que el investigador José Manuel García Bautista habla de sus casos, recibí un correo en el que indicaba a quien estuviera interesado que iba a realizarse una “investigación” en dicho sanatorio, por el módico precio de 5 €.
Así que no desaproveché la oportunidad para ir, una vez más, a la búsqueda del misterio.
¿Quieres saber lo que encontré allí?
Llegada al sanatorio
El sanatorio está oculto por un bosquecillo en el límite en el que la ciudad termina y comienza el campo.
Al parecer, esta zona es picadero oficial de quienes, debido a la falta de un escenario mejor, deciden practicar las artes amatorias a bordo de un utilitario.
Aquella noche los testigos oculares debieron pensar que se avecinaba un baby boom, al ver la cola de coches que se internó en aquel paraje.
50 almas de lo más variopinto se habían reunido allí a la búsqueda de lo imposible.
Desde señoras maduras que, desoyendo lo aconsejado previamente, se había personado calzando tacones que desafiaban las leyes de la física, lo cual no es muy recomendable para transitar por un edificio cubierto de escombros, hasta integrantes del Grupo Paranormal de Sevilla, o GPS, a quienes había tenido la ocasión de ver en las Jornadas del misterio de Sevilla.
Nada más llegar nos indicaron en líneas generales como se iba a desarrollar la investigación.
También contextualizaron la visita poniéndonos en antecedentes sobre la historia del edificio y las experiencias que habían vivido allí.
El lugar fue creado en 1975, cuando la relación amor-odio que el régimen franquista había mantenido con USA se hallaba en “modo idilio on”.
Tras el traslado de los militares a la base de Morón de la Frontera las instalaciones pasaron a ser de uso civil, hasta que en 1975 se abrió el hospital Virgen de la Macarena, momento que marcó el comienzo del declive del lugar, que dejó de ser usado en los años 90.
Jesús García, investigador que colabora con Bautista, nos contó como unas semanas antes habían visto en el interior de uno de los edificios sombras, y habían hecho una sicofonía que les había invitado a que se fueran.
Acto seguido él había sentido como si alguien le presionara fuertemente la garganta, por lo que decidió salir del edificio y esperar a que remitiera dicha sensación.
Ya puestos en antecedentes, pasamos al primero de los edificios, y comenzamos con la investigación.
Ghosts busters
Lo primero que nos llamó la atención al internarnos en el edificio fue la presencia del cadáver de un animal en avanzado estado de descomposición. Parecía una oveja o algún perro grande. Nuestros guías nos contaron que a este sitio venía gente en repetidas ocasiones a hacer ritos de santería, y también era visitado con regularidad por una secta satánica bastante antigua y peligrosa, la secta Toro-vaca, que al parecer son bastante activos en las provincias de Huelva y Sevilla. Nos advirtieron que por ese motivo no es recomendable ir a investigar en grupos pequeños a lugares apartados, remarcando como sitio peligroso el monasterio maldito de Carmona, que precisamente es una de mis investigaciones pendientes.
Los satanistas consideran que este tipo de lugares están cargados de energía negativa, lo que hace que sean idóneos para realizar rituales de invocación y demás ceremonias.
Más tarde, en el edificio que los investigadores llamaban Pabellón de los suboficiales, tuvimos la oportunidad de ver otro cadáver de una res, así como pintadas que hacía apología del nazismo, y demás lindezas.
Nos repartimos por el edificio en grupos de 4 o 5 personas, e hicimos tandas de sicofonías cerradas, es decir, sicofonías en las que se lanza una pregunta al aire y se graba durante 3 minutos.
El problema era que, con tal densidad de investigadores, grabábamos las preguntas del grupo que estaba a unos metros, el ruido de los cascotes cuando la gente se movía por el edificio, etc.
Además, al estar al lado del aeropuerto, de vez en cuando el clamor de un avión que aterrizaba o despegaba se recogía también en la sicofonía.
Si a esto sumamos que las sicofonías las realizamos sin medidas de seguridad, como cámaras de anecóicas de Faraday, la validez de las mismas no pasa de la mera curiosidad, sin tener ningún valor objetivo.
De todas formas, en mis grabaciones no salió nada.
Tras los casi 20 minutos de experimento nos volvimos a reunir todos los presentes para poner resultados en común.
Parece ser que alguno de los grupos si que había obtenido resultados. Pusieron dos sicofonías, aunque era extraño, porque se oían con una nitidez increíble. En ambas podía escucharse una voz de mujer que tenía un tono algo histriónico, como si estuviera imitando la voz de un niña, y que decía:
‘Estoy perdida’.
‘Ven hacia la luz‘ o ‘¿dónde está la luz?’, no lo recuerdo bien.
Otro grupo decía haber registrado una parafonía, utilizando un micrófono direccional, que decía ‘¡Eh!’, aunque uno de los asistentes dijo que a lo mejor podía haber sido él que había avanzado diciendo esto a algunas decenas de metros de distancia.
De nuevo nada concluyente si nos ceñimos al principio de la navaja de Ockham.
Por cierto que una parafonía se diferencia de una sicofonía en que es una voz que se puede escuchar no solo en la grabadora, si no que los presentes también la escuchan, aunque no ha sido emitida por ninguna persona.
También realizamos barridos fotográficos, aunque en nuestras fotos no se registró ninguna anomalía.
Tras mostrarnos el resto de aparataje que utilizaban en sus investigaciones (termómetros para detectar fluctuaciones bruscas de temperatura y detectores de campos electromagnéticos) llegó el plato fuerte de la noche.
La sesión de spirit box
Jesús garcía nos hizo una breve introducción al uso de la Spirit box.
Se trata de un escáner que rastrea muchas frecuencias de radio, creando una especie de ruido blanco, que en teoría es aprovechado y modulado por los espíritus para crear palabras.
Esta técnica, si bien es interesante, tiene poco valor científico al no poder objetivarse los resultados, pues estamos rastreando frecuencias de radio, con lo cual no tenemos garantía de que la respuesta que hemos obtenido no sea un fragmento de la emisión de un programa de radio, o una pareidolia auditiva a la que nosotros atribuimos un significado a partir del contexto en el que se está realizando la investigación.
Lo cierto y verdad es que el ruido de la estática resonando en la estancia con la única iluminación de la luz de la pantalla del aparato creaba una atmósfera bastante sugestiva, y que habría sido acongojante de no estar 50 personas arremolinadas en torno al investigador.
Todas las pruebas comenzaron con la pregunta “¿cómo me llamo?” por parte del investigador.
Se trata de una pregunta de control, puesto que si el aparato contesta el nombre concreto del investigador, es poco probable que se debido a una coincidencia, es decir, a que en ese momento en algún programa de radio o transmisión alguien estuviera diciendo ese nombre en ese preciso instante.
A esta pregunta siguieron preguntas como ¿Hay alguien aquí? ¿Cómo te llamas? ¿Estás muerto?, etc.
Para muestra un botón en forma de vídeo.
Debo decir que, personalmente, los ruidos que escuché me sonaron más a los chasquidos típicos que suenan cuando cambias de emisora rápidamente, que a palabras concretas, aunque si es cierto que algunos sonaban a los pocos segundos de preguntar el investigador.
Debo decir que, personalmente, los ruidos que escuché me sonaron más a los chasquidos típicos que suenan cuando cambias de emisora rápidamente, que a palabras concretas, aunque si es cierto que algunos sonaban a los pocos segundos de preguntar el investigador.
Hubo otras personas que los interpretaron como síes, noes, e incluso nombres.
Otros afirmaban que incluso oían llantos de niños, o “de llorar”, como afirmó la chica en cuestión, e incluso el propio investigador afirmó que notaba como alguien le ponía la mano en la espalda, sin haber nadie detrás suya, pero, en mi opinión, en esta situación la frontera entre la sugestión y el fenómeno paranormal era muy difusa.
El pabellón de los suboficiales
Tras esto nos desplazamos al siguiente edificio, el pabellón de los suboficiales.
Nada más llegar s, antes del comienzo de la siguiente sesión de spirit box, 3 chicos se adelantaron y subieron a la segunda planta sin que el resto de personas que iban llegando se dieran cuenta.
La spirit box comenzó a arrojar el rugido de la estática, y se oyó un ruido a nuestras espaldas. Había caído algo del techo.
Algunos, contagiados por la sugestión, se sobresaltaron, pero el origen de aquel “aporte” no era otro que el deambular de los 3 chicos sobre nuestras cabezas.
Tras registrar la planta de arriba, en grupos no muy numerosos, para evitar derrumbes, grabando audio por los pasillos por si sonaba la flauta sicofónica, que no sonó, y haciendo barridos fotográficos a la espera de que se apareciera el viejo del gotero, habitante de aquellos corredores, que no apareció, volvimos a bajar para asistir a un espectáculo algo surrealista.
Jesús había preguntado a los espíritus si querían hablar con los presentes. La máquina emitió un breve sonido que algunos interpretaron como Juan, y, como era probable que pasara, había un Juan.
Ni corto ni perezoso el mencionado se acercó para dialogar con los espíritus, rompiendo el hielo con un acento sevillano cerrado, preguntando a las presencias del más allá: ¿Pero tú de qué me conose?
Alguno de los presentes le advirtió de que se anduviera con cuidado, no fuera a provocar al espíritu para que le siguiera a su casa, a colación de lo cual Juan, impasible, preguntó al espíritu: ¿Pero que ej, que te debo dineroh?
Ante semejante anticlímax y lo tardío de la hora, siendo día entre semana, los 3 que nos habíamos embarcado en aquella aventura decidimos dejar al resto del grupo y regresar a casa.
En general, valoro la experiencia como positiva, pues pudimos ver como sería el transcurso de una investigación y los aparatos usados principalmente, y entiendo que con estos temas nunca es llegar y topar, y que los resultados se obtienen con paciencia y perseverancia, pues en pocas ocasiones se presentan a lo largo de años de investigación, pero también pienso que para obtener mejores resultados el grupo debería haber sido algo más reducido.
A pesar de ello no descarto asistir a próximas investigaciones, eso sí, conservando siempre la neutralidad y tratando de aplicar el juicio crítico.
Te dejo unos audios de otra sesión de investigación realizada y sus conclusiones por los investigadores hispalenses en el programa de Canal Sur Radio La noche más hermosa, para que veas que en otras ocasiones sí obtienen resultados.
Entre ellos convencer al presentador de que la spirit box no graba.
En este el programa de radio «La noche más hermosa» se emite en directo desde el propio sanatorio de los muertos, en el que al parecer tuvieron sorpresas, la parte de la retransmisión en directo comienza en el minuto 30.
Te dejo también otro del podcast de José Manuel García bautista.
buenas noches RR Lopez, se que este post tiene unos cuantos años pero te comento, he estado investigando este lugar con amigos y he sacado psicofonias y fotos interesantes, con respecto a lo de la famosa prostituta que supuestamente encontraron muerta en las bases estuve buscando información por la red en periódicos de los 80 y 90, incluso posteriores y no encontré nada , lo que me hace dudar su veracidad, pero como no se si es falso tampoco lo desmiento, si que es cierto que se ve una niña pequeña por la parte del colegio y el teatro, de hecho tengo una foto muy curiosa y una psicofonia bastante buena que dice «ayuda» muy claramente, también te digo que he estado en rutas con el señor Bautista y francamente es imposible realizar una grabación con tanta gente hablando , ya que tantas personas es imposible que estén calladas a la vez, lo cual desacredita la grabación resultante, lo sensato es ir pocas personas a investigar y silencio total, sin mas un saludo.
Hola, me parecen muy interesantes los resultados. Sería también curioso comprobar si hay alteraciones de los campos magnéticos.
La verdad es que para investigar estos temas hace falta persistencia, porque con una sola visita no se suelen conseguir resultados.
Lo ideal sería hacer al menos una de las sicofonías metiendo una grabadora en una cámara anecóica de faraday, puesto que si ahí se obtiene algo sería una evidencia irrefutable.
Gracias por comentar. ¡Saludos!