En este episodio vamos a repasar las teorías sobre Jack el destripador más locas.
Porque los riperólogos, a veces, dejan volar su imaginación, que también tienen derecho los pobres.
Para ello traemos a nuestro riperólogo de cabecera, Rafael Carcelén.
Puedes escucharlo en IVoox.
Teorías sobre Jack el destripador más flichornosas
LEWIS CARROLL
Es bien sabido que el autor de Alicia en el país de las maravillas era un tipo raro y enigmático.
Ya hablamos en el programa de que a su muerte se le encontró una colección de fotos de niños desnudos, y de siempre se ha hablado de que era un pedófilo como parecen apuntar determinados detalles de su biografía.
Pero un investigador, Richard Wallace, fue un poco más allá, y en su libro Jack el destripador, amigo desenfadado (Jack the Ripper, Light-hearted friend) defendía la tesis de que Mr. Carroll fue en realidad Jack the ripper.
Charles Lutwidge Dodgson, que era el verdadero nombre del autor, dedicó sus obras a la niña real Alice Liddell, a la que llegó a pedir matrimonio, con el consiguiente efecto de que la familia de la niña, hasta entonces amigos de él, lo mandaron al carajo.
Pero la hipótesis de Wallace no está relacionada con esta oscura faceta del autor.
El investigador se basa en una serie de mensajes codificados que dijo encontrar en el texto de Alicia en el país de las maravillas, que fue publicado 19 años antes de los asesinatos de Jack el destripador.
Según Wallace, Alicia representa a todas las mujeres asesinadas por el destripador, y el país de las maravillas sería un trasunto del distrito de Whitechapel.
Al igual que otros riperólogos, Wallace sostiene que los asesinatos del destripador fueron cometidos por dos personas que cooperaron, y en este caso le atribuye el rol de cómpice de Lewis Carroll a Thomas Vere Bayne, un respetado académico de la Universidad de Oxford y amigo personal de Lewis Carroll.
Entre agosto y septiembre de 1888, Mary Ann Nichols, Annie Chapman, Elizabeth Stride y Catherine Eddowes fueron asesinadas en Whitechappel,
Durante este periodo de tiempo Lewis Carroll convivía con la actriz Isa Bowman, de apenas catorce años de edad, lo que supuso un escándalo en la sociedad de la época.
Posteriormente la joven actriz escribió el libro La historia de Lewis Carroll, contada para jóvenes adultos por la verdadera Alicia en el País de las Maravillas (The Story of Lewis Carroll, Told for Young People by the Real Alice in Wonderland), atribuyéndose así el mérito de ser Alicia, pero en realidad esto es falso porque ya hemos explicado que la Alicia del cuento está inspirada en la hija de sus conocidos, Liddell.
Según la hipótesis de Wallace, este libro que escribió Isa Bowman relata, de una forma simbólica, que Carroll era Jack el destripador.
Otro de los pilares de esta teoría flichornosa es que cuando Mary Jane Kelly fue asesinada en noviembre de 1888, Lewis Carroll comenzó a manifestar un públicamente un gran interés en el caso, hasta el punto de que en su diario personal se hallaron varias anotaciones al respecto, casi todas burlándose de las teorías y rumores que circulaban acerca de la identidad de Jack el destripador.
Wallace apunta a la infancia traumática de Lewis Carroll como detonante de sus crímenes, pero los críticos con esta teoría rebaten este punto afirmando que, en la época victoriana, el 80% de la población inglesa podría ser considerada como sospechosa.
Pero el punto fuerte de esta teoría eran los anagramas que, según Wallace, contenía Alicia en el país de las maravillas, que nos daban pistas sobre la autoría del crimen.
Sin embargo, los detractores de la misma han argumentado que se podrían encontrar anagramas similares en cualquier otra obra, para lo cual la biógrafa de Lewis Carroll, Caroline Leach, probó lo absurdo de la teoría con anagrama hallado en Winnie-the-Pooh, de A.A. Milne, donde aparecen todos los nombres de las mujeres asesinadas en Whitechappel.
Abundando en el flichornismo de la teoría, Francis Heaney y Guy Jacobson quiso hacer más sangre, encontrando en el propio prólogo del libro de Wallace un anagrama en el que el propio Wallace afirma ser El Destripador.
El párrafo original dice así:
Esta es mi historia sobre Jack el destripador, el hombre detrás de los peores crímenes sin resolver de Gran Bretaña. Es una historia que apunta al más improbable de los sospechosos: un hombre que escribía cuentos para niños. Ese hombre es Charles Dodgson, mejor conocido como Lewis Carroll, autor de libros entrañables como Alicia en el País de las Maravillas.
Si reordenamos las letras del párrafo original en inglés, se puede encontrar lo siguiente:
La verdad es esta: Yo, Richard Wallace, apuñalé y maté a la muda Nicole Brown a sangre fría, corté su cuello con mis confiables estocadas. Yo incriminé a O.J. Simpson, quien es inocente de ese crimen. P.D. También es escribí los sonetos de Shakespeare y un montón de obras de Francis Bacon.
LORD RANDOLPH CHURCHILL
Esta tonteoría, como la llamaría Macoco, por su flchornismo, apunta bien alto, ni más ni menos que Lord Randolph Churchill, que fuera padre de famoso primer ministro inglés Winston Churchill.
Lord Randolh ha sido incluido en la teoría de la conspiración Masónica por el autor
Melvyn Fairclough por haber ostentado el grado más alto de la Masonería.
Era responsabilidad de Lord Churchill proteger el nombre de la familia real y de la corona.
Esta hipótesis afirma que Lord Churchill formó un grupo constituido por Sir William Gull, John Netley, Frederico Albericci, and J.K Stephen con la misión de matar a las 5 prostitutas que tenían conocimiento del matrimonio secreto del príncipe Albert Victor’s con Annie Elizabeth Crook para evitar que pudieran chantajear a la corona.
DR. JOHN WILLIAMS
Este candidato a ser el destripador, que no tiene nada que ver con el famoso autor de bandas sonoras, fue en la época un célebre doctor, cirujano y profesor londinense.
En 2005, su descendiente Tony Williams, publicó un libro titulado Uncle Jack, o sea, Tito Jack, que es como yo le digo cariñosamente al Jack Daniels, casualidades de la vida, en el que afirmaba que su antepasado era el responsable de los crímenes de Whitechapel.
Para ello se basaba en que el asesino tomaba los úteros de sus víctimas.
Según Tony, el Dr. Williams hacía esto para llevárselos al hospital con el fin de estudiarlos para intentar curar la esterilidad de su esposa, pero no ofrece prueba alguna de ello en el libro, por lo que tenemos que clasificarla como teoría flichornosa en la subcategoría “porque yo lo valgo”.
H. H. Holmes
Y el plato fuerte de las tonteorías, que después de haberlo investigado no parece tan tonteoría ni tan flichornosa, incrimina ni más ni menos que a uno de los más infames asesinos en serie de todos los tiempos que en esa época actuaba en Estados Unidos.
Se trata del mismísimo H. H. Holmes, cuya biografía ya repasamos en el episodio 34 de la segunda temporada en nuestra serie “asesinos salvados por la pasta”, aunque se nos escapó una parte muy interesante de su biografía que podría estar relacionada con los asesinatos de Jack el destripador.
Esta teoría comienza cuando el tataranieto de este asesino, el abogado Jeff Mudgett, basándose en los diarios personales que heredó de Holmes desarrolla la teoría de que H. H. Holmes y Jack el destripador fueron en realidad la misma persona.
La teoría de Mudgett adquirió popularidad gracias al documental de Canal Historia American Ripper in London, que en España se emitió con el título “El destripador”.
Pero lo más flichornoso de esta teoría es que Mudgett afirma que la actual esposa del príncipe Harry, Meghan Markle, es antepasada del criminal. Por tanto, Mudgett y la actriz sería primos octavos.
Como ya contamos en su día en el podcast, H. H. Holmes era un médico cualificado que estaba obsesionado con diseccionar cadáveres, y que pasó a la historia del crimen por construir en Chicago el hotel que sería conocido como El castillo de la muerte, dado que Holmes lo construyó con salas secretas y pasadizos y lo llenó de trampas para poder asesinar a los huéspedes y deshacerse de los cadáveres.
Según esta teoría, sus asesinatos en Whitechapel fueron un ensayo para perfeccionar el método que luego usaría en su hotel.
En el documental, Mudget investiga su teoría con la ayuda de la ex analista de la CIA Amaryllis Fox.
Uno de los puntos fuertes de esta teoría, como veremos a continuación, consiste en que, basándose en 13 testimonios oculares de la época de testigos que vieron a Jack el destripador la artista forense Paloma Galzi elaboró un retrato robot que guarda un sorprendente parecido con las fotos de H. H. Holmes de la época.
Entre estos testigos se cuentan Israel Schwartz, que vio como la tercera víctima del destripador, Elizabeth Stride, era atacada por un hombre misterioso, y Mary Ann Cox, que vio a la víctima número cinco, Mary Kelly, acompañada de un hombre la noche en que fue brutalmente descuartizada en su cama.
Como me pareció la teoría más interesante, me dispuse a ver el documental completo y, a continuación, os cuento las principales conclusiones que aprendí.
Holmes the ripper
En una de las cartas de Holmes, este menciona que en Londres era más difícil encontrar el periódico Herald, lo que ya nos da una muestra de que estuvo allí.
En el documental analizan los documentos en el registro de Chicago que mencionan a Holmes por diversas denuncias y movimientos financieros relacionados con su actividad como estafador terminan en julio de julio de 1888 y reaparecen en abril de 1889, lo que demuestra que no estuvo en Chicago esos años.
Basándose en esto los investigadores desarrollan su teoría de Holmes era Jack el destripador.
Otros indicios que usan los investigadores:
A Holmes le encantaba diseccionar cadáveres,
Existía un comercio de órganos para las universidades en Londres, y a la segunda víctima le extirparon el útero, por lo que puede que se lo quitaran para venderlo.
Holmes tenía también en su motivación el móvil económico, dado que se sabe que vendía los esqueletos de sus víctimas a facultades de medicina.
Las heridas de las víctimas de Jack el destripador eran compatibles con el uso de un cuchillo de cirujano de la época, y Holmes era médico, por lo que podía poseer un cuchillo similar.
Mudgett y Amarillis realizan un análisis de ADN al chal que supuestamente llevó Catherine Edows cuando la asesinaron: buscan restos de adn que coincidan con los del tataranieto de Holmes, pero finalmente no hay coincidencia en dicho ADN.
En las listas de pasajeros de las navieras transatlánticas barcos que viajaban de Liverpool a Nueva York en ese periodo de tiempo aparece un pasajero registrado como H. Holmes justo en la fecha en que terminaron los asesinatos.
También un Herman Holmes que viajó de Liverpool a USA, y encontraron otros pasajeros que coincidían con los alias de que usaba H. H. Holmes, como Alex Gordon. Todos eran estadounidenses.
Otra de las pruebas que realizan en el documental es el análisis la carta de Jack el destripador denominada “querido jefe”:
Un analista forense dice que en las cartas Dear Boss y Saucy Jack el lenguaje utilizado es propio de un Estadounidense de esa época y no de un británico.
Posteriormente realizan un análisis grafológico comparando la letra de Holmes con las de las cartas de Jack el destripador.
Este análisis no pudo arrojar un resultado concluyente porque había algunos elementos comunes en la caligrafía y otros distintos.
Consultando con el riperólogo Stuart Evans, este afirma que en la época de los asesinatos hubo en Londres un médico estadounidense que paraba en una pensión y que en su habitación guardaba su maletín. La dueña encontró en dicho maletín un cuchillo ensangrentado y dos puños de camisa manchados de sangre.
También hacen un retrato robot de Jack basándose en las descripciones de los testigos y se parece mucho al rostro de H H Holmes.
Un par de años después de los asesinatos de Jack el destripador hubo en Nueva York un asesinato tan parecido a los de Jack que Scotland Yard cruzó el charco para investigarlos, y en el documental también se lo achacan a Holmes.
Holmes estuvo en Nueva York por esas fechas, entre 1889 y 1894 viajó a nueva York, en la primavera de 1891 estuvo dos semanas allí, pero no se sabe para qué.
Buscando en prensa para ese periodo y encontraron un asesinato de una mujer estrangulada y mutilada, el caso de Carrie Brown, una prostituta. Apareció destripada.
Antes de la exposición Universal hubo muchos asesinatos de mujeres similares a los de Jack el destripador, que el documental relaciona hipotéticamente con Holmes.
Desde el regreso de Holmes a Chicago en 1886 hasta 1893 aumentaron los asesinatos con modus operandi similares a los de Jack el destripador.
Posteriormente, siguiendo los pasos de Holmes en USA después de los asesinatos de Jack el destripador, encuentran una caja con fotos y recuerdos de personas que estaban relacionadas con Holmes, entre ellas esposas de Holmes y cómplices criminales de Holmes.
Contratan a un experto en análisis facial y comparan las fotos con fotos y retratos dibujados en prensa y la coincidencia es mayor del 60%, por lo que concluyen que, evidentemente, esa caja debió de pertenecer a H. H. Holmes.
Supuestamente la dejó atrás cuando huyó de la ciudad de Irvington, Indiana, en octubre de 1894, tras asesinar a su cómplice Howard Pitezel.
Además la caja tenía una copia del programa de la ceremonia de graduación de Holmes e instrumental médico fabricado en Inglaterra.
Lo más significativo es que entre las fotos encuentran una de una mujer que coincide con Elizabeth Stride, la tercera víctima acreditada de Jack el destripador, en un 64,5 %.
Por supuesto, llama la atención lo fácilmente que encuentran las pistas donde, curiosamente, a nadie se le había ocurrido buscar antes, aunque la magia del montaje también hace mucho, y supongo que todos estos datos han sido fruto de una ardua investigación sobre la que, por mor del dinamismo, el documental hace una elipsis narrativa.