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The Americans ¿PERO ESTO ES UN BLOG DE SERIES?

Hola, como sabrás si no eres nuevo en el blog, de vez en cuando abordo el tema de las series, pues me gusta analizar las historias, independientemente del formato que tengan, ya sea audiovisual o escrito.

Acabo de terminar la segunda temporada de esta serie, The Americans.

Pero antes de contarte mis impresiones, te voy a contar un secreto sobre mí.

De pequeño, soñaba con ser espía.

Sí señor.

Nunca he tenido claro que quería ser de mayor, pero de vez en cuando sí que me planteaba esta posibilidad seriamente.

Supongo que influenciado por las películas de James Bond.

Es comprensible. La idea de tener un entrenamiento de élite, la sensación de poder y control, estar todo el día viviendo aventuras y yaciendo con mujeres hermosas, utilizando gadgets de lo más diverso… era algo deseable para la mente infantil.

Librar al mundo libre de las amenazas, ligarte a la chica guapa, etc.

Sin embargo, conforme fui desarrollando un pensamiento más complejo, me di cuenta de que ejercer este tipo de profesión podía plantear algunos dilemas morales, que no es tan fácil distinguir entre malos y buenos, que muchas veces tan solo son agentes que tiene que cometer actos injustos de barbarie para defender intereses personales de dirigentes o altos cargos que nada tienen que ver con el bien público, que los espías pertenecen a la jerarquía militar, por lo que no pueden cuestionar las órdenes que reciben, aunque estas vayan en contra de sus principios morales o éticos, etc.

Además, conforme vas creciendo compruebas que el perfil de este tipo de personajes de ficción responde en gran medida a diversos grados de sociopatía.

En fin, que las fantasías infantiles se van disipando.

Esta serie de la que voy a hablarte me ha confirmado que tomé la opción correcta, pues muestra el lado más humano (y con frecuencia más patético) del aparentemente glamouroso mundo del espionaje.

The Americans: LA SERIE

Sus protagonistas son dos rusos ilegales en los Estados Unidos de los 80, en plena guerra fría, durante la era Reagan.

Al decir ilegales quiere decir que son espías altamente entrenados para parecer ciudadanos estadounidenses normales, por lo que ostentan identidades falsas.

De hecho, a pesar de ser una pareja de desconocidos, al llegar a USA tienen que casarse entre ellos (pues son un hombre y una mujer) y tener hijos, sin importar lo que sienten el uno por el otro.

La serie nos muestra todos los inconvenientes sicológicos y personales de su doble vida, pues ni siquiera sus hijos conocen su verdadera identidad.

A lo largo de los episodios se nos va mostrando la crisis por haber renunciado a su verdadera identidad, la deshumanización por los asesinatos acumulados, a veces de inocentes que se cruzan en su camino por accidente y que podrían dar al traste con su secreto, las luchas de poder dentro de su propio servicio de inteligencia, como se van replanteando su idealismo y las dudas sobre si desertar o no para continuar con la vida que han creado en USA y poder vivir tranquilamente con sus hijos.

En fin, que al final se ve como su vida es dura en ingrata, hasta el punto de que tienen que prostituirse para conseguir información, tener matrimonios falsos aparte del suyo propio con personas que en realidad no les atraen… todo un caos vital que poco a poco irá haciendo mella en sus conciencias y estabilidad mental.

La ambientación y la acción de la serie están muy logradas, y las interpretaciones de los protagonistas son remarcables, decirbiendo en su conjunto el panorama geopolítico y la sociedad de aquella época tan compleja.

Esta serie desmitifica totalmente el lado chic del espía, hasta tal punto que nos llegan a mostrar incluso como en un capítulo el espía protagonista tiene que limpiarle el culo a otro espía que ha capturado, porque están atrapados en un piso franco, y no se atreve a desatarle las manos por miedo a que intente escapar.

También me resulta muy interesante todos los detalles que dan sobre como organizaban la logística dentro de territorio americano, las identidades falsas que creaban para sacar información y las argucias que utilizaban.

Algunos de los hechos que muestran los conocía ya porque están inspirados en sucesos reales, por lo que la serie tiene pinta de estar bien documentada.

Cuenta además con varias subtramas en las que se ven implicados agentes antiespionaje del FBI y el propio personal de la embajada rusa, por lo que se analiza el tema del espionaje desde todos su ángulos, incluyendo la vida de los diplomáticos rusos en USA durante aquella convulsa época.

Toda una apuesta si te gustan los años 80, los espías y algo de acción.