¿Eres escritor independiente? ¿Se te hace a veces cuesta arriba? ¿Te dan ganas de tirar la toalla? Te entiendo perfectamente. Si quieres conocer algunos consejos para combatir esos frustrantes sentimientos, sigue leyendo.
Ser escritor indie es más duro que el pene de Nacho Vidal con una sobredosis de viagra.
Conforme pasan los meses, ves que la progresión es lenta, y cada vez te das más cuenta de que es una carrera de fondo, o eso quieres pensar para seguir viendo sentido a las ingentes cantidades de tiempo y esfuerzo que dedicas a una tarea en apariencia infructuosa.
Por eso es muy importante mantener la motivación, y esto no es siempre fácil.
Hay etapas en las que la calma chicha es tal que te dan ganas de hundir el barco antes que seguir flotando a la deriva, mientras bailas en la borda e ingieres un bote de Cadmio a la espera de que te cause una explosión testicular.
Por eso voy a hablarte de cuales son mis trucos para motivarme, porque supongo que, si escribes, habrás pasado por momentos semejantes, y si no, como lector, quizás encuentres estrategias que puedas aplicar en otros ámbitos de tu vida.
Pues sí, porque si se trata de una carrera de fondo, cada paso que resistes es un paso más hacia la victoria, por eso tienes que ser capaz de relativizar tus triunfos y marcarte pequeños objetivos que te permitan tener sensación de progreso.
En mi caso, por ejemplo, cuando se han paralizado las ventas de libros (créeme, lo han hecho) me he centrado en conseguir aumentar las visitas del blog.
En principio puse como objetivo llegar a las 3.000 visitas mensuales, aunque este número, ahora que me doy cuenta, es válido para gente que venda servicios en Internet a precios mayores de los que cuesta un libro indie y que tengan mínimo una venta al día.
En mi caso puede que no sea suficiente, pero sí supone un objetivo que denota que hay una evolución de mi plataforma de autor.
Otro ejemplo, es el de relativizar los números de ventas.
No olvides que cada libro vendido es un éxito, puesto que hay miles y miles de personas publicando, y el público cada vez tiene más opciones a las que dedicar su tiempo, por lo que compites con medios mucho más atractivos que la lectura.
Si tu objetivo es tener más ventas que una tienda de sotanas en el Vaticano, puedes verte un poco desbordado, y llegará un momento en que no sepas qué hacer exactamente para conseguirlo.
En su lugar divide el objetivo en pequeñas metas, y estas a su vez en pequeñas tareas, que puede que conformen una lista interminable, pero que te proporcionarán algo muy valioso:
Siempre tendrás algo que hacer.
En lugar de estar cada dos por tres preguntándote ¿y ahora qué hago?, siempre habrá una pequeña tarea que llevar a cabo.
Además, el hecho de ir completándolas te dará sensación de eficacia, de avance y de dinamismo, y no de estar estancado.
Cada granito de arena suma en la montaña del éxito.
Y no te digo que con cada hito logrado te sacudas la sardina o que te sientes a escribir sobre un masajeador íntimo, guarrete.
Me refiero a que sepas apreciar las cosas buenas que tiene la actividad de la publicación independiente, a saber:
- Es algo menos doloroso que ser devorado por un tigre.
- Independiente rima con parapente.
- Siempre podrás usarlo como tema de conversación para romper el hielo, aunque te recomiendo que uses mejor un picahielos, que el hielo es una sustancia realmente dura. No sé quien sería el imbécil que se inventó eso de que el hielo se podía romper con palabras.
Bueno, coñas aparte, en realidad me refiero a que esta actividad te permitirá conocer gente interesante, compartir tus pensamientos y creaciones con almas afines, tener conversaciones agradables, comprobar que puedes aportar algo a la vida de los demás.
A veces podrás tener la agradable sensación de ver como hay gente que valora tu trabajo (aunque otras veces lleguen otros que se limpien el culo con tu esfuerzo como si fuera papel higiénico, pero siempre tendrás las dos caras de la moneda).
Cierto. La vida no te va en ello. Si ves que estás atascado, déjalo por hoy y dedícate a algo gratificante.
Por desgracia esto requiere muchas horas, pero de vez en cuando hay que saber parar y dedicar tiempo a otras de las cosas que también te gustan y que ya se te habían olvidado.
No, a sacudirte la sardina no, so guarro.
¿Y tú, que estrategias usas para motivarte? Estaría encantado de conocerlas, así que déjame un comentario.
¡Y gracias por compartir este artículo en las redes sociales utilizando los botones de abajo! Ayudemos a que se contagie la motivación ;)