Esta canción de 1980, que cuenta una historia de terror, es una de las tonadas emblemáticas de la banda de Robert Smith, y un claro ejemplo de porqué se ha considerado a The Cure como una banda precursora del rock gótico, a pesar de ser también conocida por otros temas más coloristas como Friday I’m in love, o Mint car.
Publicada en el álbum Seventeen Seconds, en el vídeo podemos ver a un Robert Smith todavía en búsqueda de la identidad visual que pasaría a caracterizarle durante el resto de su carrera.
Mención especial merece su inquietante parecido con Ben Affleck.
Un temita.
Aunque no he encontrado referencias al respecto, la intuición me dice que esta canción tuvo que ser fruto de una pesadilla, cualidad que consigue transmitir en pocas líneas, haciendo que el oyente quede atrapado en una angustiosa huida a través de los árboles que no tienen fin.
Me recuerda también a una historia de terror real que me contaron de unos senderistas por Cantabria o el País Vasco, no lo recuerdo exactamente, que acamparon en mitad de un bosque para pasar la noche, en las ruinas de una vieja casa, aprovechando los muros para guarecerse del viento helador.
En la noche algo les despertó, y sintieron que una presencia quería hacerles daño, y huyeron por el bosque perseguidos por algo que no podían ver, pero sí sentir, dejando atrás todas sus pertenencias, que aún deben seguir en mitad del bosque, ajadas por el castigo de los elementos.
Posteriormente, preguntando en la localidad más cercana, se enteraron de que las ruinas coincidían con la ubicación de la casa de una mujer que, en el pasado, había tenido fama de bruja.
Y con esta historieta que me he marcado, te dejo con el vídeo que como verás pilló rasca del ramalazo sicodélico de finales de los 70.
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Graciaaaasssss
A forest, una historia de terror de The Cure
Acércate y mira
mira entre los árboles.
Encuentra a la chica
si puedes.
Acércate y mira
mira dentro de la oscuridad.
Tan sólo sigue tus ojos
tan sólo sigue tus ojos.
Escucho una voz
diciendo mi nombre.
El sonido viene
de la profunda oscuridad.
Oigo su voz
y empiezo a correr
entre los árboles,
entre los árboles.
Entre los árboles.
Me detengo de repente
pero sé que es demasiado tarde.
Estoy perdido en un bosque
completamente solo.
La chica nunca estuvo allí.
Siempre es lo mismo.
Estoy corriendo hacia la nada
una y otra vez y otra vez y otra vez…