Había pensado llamar a este artículo «Ahora que habíamos aprendido a decir falganeta van y lo llaman gonogolumen«, pero no era muy SEO friendly, aunque hubiera pegado con la fantasía cómica, por lo de la comicidad, vamos.
Si sigues leyendo descubrirás el porqué de este título alternativo.
Como sabes, los temas de este blog son las novelas y cuentos de terror, los libros sobre temas paranormales, la novela humorística, la ficción absurda y la ficción transgresiva.
Pero ahora he descubierto un nuevo término: la fantasía cómica
Todo escritor debe concretar qué géneros trabaja.
Esto le dará una serie de ventajas, principalmente enfocadas al marketing on line y al posicionamiento en buscadores.
El long tail y los términos de búsqueda con poca competencia
Cuando hablamos de Long Tail no estamos hablando de uno de los apodos de Dinio o Nacho Vidal, ambos caballeros famosos por su en-verga-dura, si no de los términos de búsqueda que no tienen mucha competencia en cuanto a posicionamiento en buscadores y que interesan a todo escritor que quiera hacer marketing online para promocionar sus productos.

Si este señor o su amigo Nacho Vidal se metieran el pene en la oreja podrían ir a las fiestas disfrazados de surtidor de gasolina
Aparte de posicionarnos en la cola del diplodocus, centrar nuestro estilo también nos permite definir mejor a nuestro público objetivo, nuestro lector ideal, lo cual es fundamental a la hora de hacer marketing de contenidos, porque te permitirá saber de qué escribir para que tu audiencia se lo pase chachipein y al final, con mucha suerte y al cabo de los años, acaben comprándote un libro.
Pero, ¿a qué viene la pregunta del título?, te preguntarás, entrando así en un bucle preguntil.
Pues bien, si lees este blog desde hace tiempo, sabrás que en el último año, desde que descubriera que alcanzar la audiencia mínima viable no era suficiente para un blog de escritor, me embarqué en una cruzada para mejorar el blog, y comencé a aprender más sobre promoción on line de libros.
Y el pilar de este proceso pasaba por lo que te he comentado arriba. Definir mi estilo para encontrar las palabras clave a las que enfocar el blog de cara al SEO y los buscadores.
En ese proceso de autodescubrimiento, pasé por una etapa en la que no sabía si llamar a lo que hacía pulp, terror o humor.
Poco a poco fue aclarando mis ideas, y pensé en usar como brújula para encontrar mi rumbo literario a los autores que me habían inspirado a la hora de escribir.
Así, centrándome en Lovecraft, Eduardo Mendoza, Terry Pratchett y Chuck Palahniuk, comencé a discernir mi estilo.
Hay una parte de mi producción literaria que está claramente enfocada al terror, por lo que en esa no había problema. En ese saco metíamos a Lovecraft, Barker, Ramsey Campell y demás inspiradores.
Pero luego venía la parte difícil. Como sabes, en la saga de Historias que no contaría a mi madre se mezclan humor, terror y elementos fantásticos.
Y aquí es cuando aparecen en juego la fantasía cómica y la ficción transgresiva.
¿Cómo llamar a semejante potaje, fantasía cómica o ficción transgresiva?
Luego había relatos como De la enternecedora historia de su Mami y Manolito que, a pesar de no tener esos elementos fantásticos y ser de humor, compartían elementos con la ficción transgresiva de Palahniuk, no en vano el relato estaba inspirado en El club de la lucha.
Después de mucho investigar, Wikipedia me dio la solución, al descubrir a un autor al que me habían dicho que se parecían mis libros de la serie de Historias que no contaría a mi madre.
Y la santa Wikipedia decía que este hombre escribe ficción absurda.
Bueno, está bien, es cierto que mis libros tienen a veces cierto toque de humor absurdo, son libros de comedia en cierto sentido, parodia de género, como algunos denominan la obra de Pratchett y su Mundodisco y que mezclan la fantasía y el terror con el humor.
Todo resuelto.
Aun así, tenía el resquemor de que la palabra absurdo quizá echar para atrás a algunos lectores, al denotar que algo no tiene sentido.
A nadie le gusta leer un libro que no tenga sentido.
Ahora van y lo llaman gonogolumen
Pues fue no hace mucho cuando descubrí que había otra forma de llamar al género que trabajan estos autores.
¿Cómo lo descubrí?
Pues gracias a la sapiencia de Gabriella Campbell.
Cuando lanzó su libro El día del dragón, en el que se mezclan elementos fantásitcos (dragones) con un tono humorístico, como hiciera Pratchett, ella lo denominó Fantasía cómica.
Dado que ella posee la titulación en teoría de la literatura, es bilingüe, con lo cual sabe lo que se cuece allende los mares en términos literarios, y además es una máquina de mujer, pensé que esa clasificación era de fiar.
Entiéndeme, a fin de cuentas las etiquetas son un poco artificales, pues no son sino otro intento de clasificar en departamentos estancos una realidad compleja, pero es cierto que, por desgracia, para poder comunicarle lo que haces a los lectores, son necesarias.
Así que ahora me veo en la diatriba. ¿Ficción absurda o fantasía cómica?
¿Tú, lector o lectora, cuál elegirías? ¿Cuál te gusta más o con cuál te siente más identificado?
Sería un detalle por tu parte si me lo indicaras en los comentarios.
Siempre es bueno saber qué opina la gente para la que escribes.
Y si te ha gustado el artículo, como siempre, ya sabes que puedes compartirlo por doquier.