Cómo empezó esta historia
Estaba yo sumido en mis quehaceres, cuando me llegó un enigmático mensaje por Facebook de una persona diciéndome que me escribía desde el departamento de comunicación de una gran editorial, que le diera mi email que quería ofrecerme una oferta de colaboración con la editorial.
Sorprendido y extrañado de que una de las grandes editoriales contactara conmigo, se lo comenté a mis allegados, y le pasé el email a esta persona.
Tardó en contestar, y en ese tiempo es cuando se produjo el momento «Monolito de 2001».
Momento «monolito»

imagen: La Cloaka
Estas gentes, que me quieren bien, decíanme unos que estaban orgullosos, que me iba a llegar la fama, otros que había que ver qué bien, que qué suerte que había tenido, etc.
A sus ojos, de la noche a la mañana, mágicamente, aquel mensaje tan enigmático me iba a convertir en una J. K. Rowling de la vida, salvando las diferencias de género, claro está.
Parecía que me fueran a dar el novel de literatura; es como cuando me fui de erasmus y en algunas personas de mi entorno pensaban que me iba a construir el sputnik, yo solito.
Y luego en realidad, lo que pasó fue algo así
Fue uno de esos momentos en la vida, a los que yo llamo momentos «Monolito de 2001», en los que te pasa algo que sabes que no va a ser tan importante, pero la gente se exalta y se lo toma como si fuera una de las oportunidades más trascendentes de toda tu vida, y se ponen como los monos de 2001 adorando al monolito.
Yo, algo escéptico y desapasionado por naturaleza, me dediqué a investigar, e intuí por donde podían ir los tiros.
Seguramente lo que me iban a ofrecer era colaborar reseñando libros en el blog.
Durante unos días estuve debatiéndome en la duda de qué hacer llegado el caso, preguntando a gente cercana con conocimientos del mundo editorial, etc.
La verdad es que yo, no lo veía.
Ser reseñador es un compromiso que implica mucho trabajo y tiempo, por una recompensa mínima, que te regalen el libro que reseñas, y pasar de hacerlo por gusto a hacerlo por obligación podía ser algo nefasto para mis hábitos de lectura, por no hablar de la escasez de tiempo, que ya me las veo y me las deseo para escribir, estar en las redes sociales y mantener el blog.
Pera aún así, cuando se planta ante uno una jran editorial, siempre se lo piensa, de cara a posibles contactos, etc.
Ahora era yo el que estaba acariciando mi propio monolito mental entre chillidos simiescos.
Finalmente llegó el día en que mis sospechas se confirmaron.
Se resuelve el misterio
Mediante comunicación vía email, la persona representante de la editorialzaca me contaba la película:
Efectivamente, quería que fuera reseñador.
Me propuso un libro, pero me dijo que podía elegir entre otros de su colección si el propuesto no me gustaba.
La persona de la editorial me ofreció que reseñara un libro del estilo de “Destroza este diario”.
Investigué un poco sobre el libro, que proponía hacer un diario intercativo chupilerendi de tu propia vida, y fui consciente de que me apetecía tanto reseñarlo como clavar mi escroto a una silla con un clavo oxidado.
Miento, clavar mi pobre escroto me apetecía incluso más que leerme ese libro, y mira que yo no soy muy de clavetear mis partes pudendas.
Así que, en un ejercicio de franqueza, y no sé si de honestidad brutal, le contesté a esta persona en los siguientes términos (a la persona en cuestión la llamaré Spaidermana, para conservar su derecho a la intimidad):
Esta fue la respuesta:
entiendo todo lo que dices. (Menos mal, por un momento pensé que a lo mejor le había escrito en ruso).
Espero poder ofrecerte algo que se ajuste más a tu espacio y contenido.
Muchas gracias de todas formas
Un arbazo
Y este fue el resultado
Sí señor, un silencio de los de planta rodadora. Y así ha seguido la cosa hasta el momento.
Vista mi respuesta, tampoco es de extrañar…
Espeluznante sin duda…..
Toda una lección de vida…
Como tú bien dices, todos nos pondríamos a acariciar nuestro propio monolito chillando como un mono ante algo así sin pararnos a pensar lo cómodo que les resulta a estas editoriales ir distribuyendo sus libritos para que otros que no entran ni en nómina les haga un trabajo, en muchos casos, engorroso puesto que hay libros que no valen un churro.
Con tantísima gente en las redes dedicada a hablar de libros y publicar los suyos propios sin ni siquiera unos mínmos conceptos literarios me parece demasiado arriesgado por parte de una editorial ofrrecer esas labores a cualquier persona. Creo que para hacer una reseña de un libro, aparte de ser muy buen lector, hay que tener unos mínimos conceptos literarios porque entonces todo se queda en decir que es un libro muy bonito, con una historia apasionante etc etc.
Que pasa si tu reseña es realista y dices que el libro que te han dado para reseñar es una verdadera porquería? Jajajaja, al fin y al cabo, te van a pagar por tu tiempo y tu opinión?
Colaborar a cambio de nada ¿para qué?
Ahora lo llaman prueba social.
Gracias por comentar y feliz año con retraso!
que interesante experiencia, en mi blog solo reseño libros que me gustan, y verme obligada a hacerlo de otro modo haría algo que hago por placer sea algo tedioso y molesto y lo dejaría irremediablemente, es mi primera visita en tu blog y creo que echare un vistaso saludos y feliz 2016.
Gracias, igualmente.
Es cierto que leer por obligación cosas que no te atraen al final solo puede conllevar que dejes de leer.
Un saludo.