La inspiración es traicionera. Cuando menos te lo esperas, por ejemplo en la sobremesa de un sábado, reflexionando sobre el títulos de un conocidísimo relato de terror, La llamada de Cthulhu (incluido en este top 30 de libros de terror), se te ocurre un chiste, y esto deriva en una idea para un microrrelato de terror y humor.
Y te sientas a prisa y corriendo, dejando de lado todo lo demás, e intentas plasmarlo antes de que la idea se esfume de tu destartalada y preocupante psiquis.
Pero a ver qué le hago yo, si este es el tipo de cosas que se me ocurren.
Me sorprendería mucho ser el primero en todo el multiverso al que se le haya ocurrido un juego de palabras tan obvio, pero supongo que dotarlo de contenido, sin caer en procacidades facilonas quizá tenga algo más de mérito, aunque sospecho que Lovecraft no estaría muy contento con la ocurrencia, no sé por qué, tengo esa intuición.
Por lo que sé de él, su sentido del humor era más sofisticado y retorcido.
Aunque, visto de otro modo, si eliminamos la palabra malsonante del conjunto, puede que al final este microrrelato de terror y humor si encajara con su vis cómica.
Debo confesar que la idea me vino debido a un chispazo de mis neuronas, que en un alarde de pensamiento lateral unieron los conceptos, mamada, Cthulhu, Lovecraft (en este enlace puedes ver por qué fue un autor tan decisivo para el género de terror), filias extremas, Palahniuk (para materializar la idea me dejé influir por el relato Tripas de este autor, en el que un onanista extremo sufre un tremendo percance al intentar buscar una nueva y exótica forma de autoerotizarse, cuya reseña puedes ver en este enlace).
Así que he parido este microrrelato de Horror có[s]mico, término que acuñé para mi novela Imposible pero incierto (una novela de horror có[s]mico), y que no es ni más ni menos que ficción absurda basada en los mitos de Cthulhu del círculo de escritores creado por H. P. Lovecraft (aquí puedes consultar una guía de lectura para empezar a leer los Mitos de Cthulhu).
En fin, un cóctel de lo más bizarro (en cuanto a lo arriesgado, no en cuanto a lo raro, no seamos víctimas del false friend ‘bizarre’, que en inglés significa ‘estrafalario, estrambótico, raro’) que te dejo aquí para que juzgues por ti mismo.
Espero que los fanáticos de Lovecraft no vengan a buscarme a la puerta de casa con antorchas, brea y plumas, aunque vistos los niveles de humor y tolerancia del mundo actual, nunca se sabe.
Vulgaridades aparte, te dejo con este relato que dota al término ‘felación’ de dimensiones có[s]micas.
La mamada de Cthulhu, un microrrelato de terror y humor