Me da pánico autodenominarme, etiquetarme, porque no sé si estoy siendo objetivo, pero, a punto de cumplir los 3 años de blogging, me acabo de dar cuenta de que dedico casi tanto tiempo (o más) a escribir en el blog que a escribir mis libros.
Ante semejante evidencia he caído en la cuenta de que también soy blogger.
No vivo de esto, no me invitan a fiestas ni convenciones, el número de bloggers con los que tengo contacto se pueden contar con los dedos de las manos, pero, pese a ello, soy blogger, porque dedico mucho tiempo al mantenimiento de este blog, tengo una frecuencia de publicación regular y, por qué negarlo, me gusta.
Como decía mi amigo NIcolás, uno, por estas cosas, nunca sabe si es más tonto o más listo.
Tan solo es una realidad que acabo de percibir, una etiqueta más que colocarme.
Por cierto, una cosa que me flipa de la foto libre de derechos que he utilizado para encabezar esta entrada: ¿Por qué escribe el hombre con el ordenador apagado? ¿Está drogado?