El pasado 1 de abril se publicó mi nueva novela corta de humor y terror La sonrisa del Buda, y hoy quiero contarte qué casos paranormales reales me inspiraron a la hora de escribirla.
El misterio es uno de los temas que me apasiona, por lo que en esta novela he querido incluir algunos detalles inspirados en casos paranormales relaes, por tratarse de algunos de mis casos favoritos.
Ya desde la génesis de la idea central del libro, podría decirse que los fenómenos paranormales estaban en la raíz de la historia misma.
La idea que originó esta historia, o al menos uno de los motores principales, fue en una conversación que tuve, allá por 1997, con una amiga, en la que debatimos sobre cómo sería pasar la noche en una casa encantada de verdad, y quién podría estar preparado para ello, para afrontar fenómenos paranormales sin dejarse llevar por el terror.
La conclusión a la que llegamos fue que debería ser una persona con una preparación mental excepcional y gran autodominio.
Eso me llevó a acordarme de algo que bien podría estar clasificado como fenómeno paranormal, al menos en lo que al poder de la mente se refiere, pero para ser puristas no lo he contabilizado como fenómeno extraño en esta entrada.
Concretamente me vino a la mente esta imagen:
Este hombre es Thích Quảng Đức, el monje budista vietnamita que dio origen a la expresión “quemarse a lo bonzo”. Este monje se prendió fuego a sí mismo en protesta por la persecución que sufría el budismo en Vietnam a principio de los años 60 a manos del presidente Ngô Đình Diệm.
Permaneció sentado en la postura del loto mientras su cuerpo ardía, sin moverse, hasta quedar carbonizado, sin emitir ni un solo ruido.
Sin duda se trata de un caso extraño que demuestra el gran poder que la mente puede llegar a tener sobre el cuerpo.
El recuerdo de este caso me llevó, en una extraña cadena pensamiento, a la idea de confrontar el budismo zen, que no tiene un corpus mitológico ni se preocupa por temas como el más allá, la reencarnación y los fenómenos extraños, con eso precisamente, con un fenómeno poltergeist.
Porque el zen, a diferencia de otras ramas del budismo, carece de vertiente esotérica, no tiene deidades ni habla de entidades sobrenaturales, tan solo centra en vivir el presente y en la meditación.
A esto hay que añadir que, como es un tema que siempre me ha interesado, estuve yendo en Sevilla durante un año a un dojo zen, cosa que hice por inquietud personal, pero que en parte me ha servido para el proceso de documentación de este libro que, a pesar de lo cual, no deja de ser una ficción todo lo que aparece en la novela.
Me he basado también en textos de los maestros budistas, como Dogen o Taisen Deshimaru, así que aprovecho para concederles el debido crédito.
Hecha esta introducción tan mística, paso a contarte los tres casos paranormales reales que me han inspirado para escribir la novela.
Caso paranormal real I: Doris Bither. La historia real detrás de El Ente
Aunque sus efectos especiales hayan envejecido regular, Esta película de 1982 es una de mis películas favoritas sobre fenómenos paranormales, puesto que muestra de una forma muy veraz como son las investigaciones parapsicológicas científicas de este fenómeno.
Y si es tan veraz es ni más ni menos porque esta historia se basa en uno de los casos paranormales reales que, junto con el poltergeist de Rosenheim, han sido mejor estudiados.
El Ente cuenta la historia de de Carla Moran, tras la que se oculta una persona real: Doris BIther.
Doris era una mujer de Culver City, California, Estados Unidos, viuda y que tenía 4 hijos a su cargo.
Esta mujer acudió en 1974, desesperada, al departamento de parapsicología de la Universidad de California, porque, según Doris, desde hacía un tiempo era agredida por una entidad invisible que abusaba sexualmente de ella.
Los científicos pensaron que se trataba de la somatización de una trastorno psiquiátrico, a pesar de que la mujer presentaba en todo el cuerpo hematomas y marcas de dientes, dado que en el pasado había sido víctima de abusos sexuales.
Cuando entrevistaron a la familia, el hijo mayor le contó que, una noche, al oír gritar a su madre, fue a su habitación y la vio agitándose en la cama, pero al ir ayudarla una fuerza invisible lo lanzó hacia atrás con violencia y al caer se rompió un brazo.
Ya te hablé de este caso en este artículo.
Esta fotografía de un extraño nimbo de luz fue tomada durante las investigaciones que este grupo de científicos realizó sobre el caso.
Sin embargo, poco pudieron hacer, y Doris siguió sufriendo estos ataques, a pesar de que se llegó a mudar hasta en 5 ocasiones, aunque el fenómeno fue decreciendo con cada mudanza y finalmente paró.
Caso paranormal real II: Los fantamas del del centro de salud Carlos Castilla del Pino
Durante toda mi niñez, la antigua Residencia Sanitaria Teniente Coronel Noreña siempre estimuló mi imaginación, aunque nunca se había asociado a casos paranormales reales, y me inspiré en ella para el hospital encantado en ruinas que sale en la novela.
Aunque la gracia es que, una vez lo demolieron y construyeron sobre él, sí que ha habido avistamientos de fantasmas, por lo que, de alguna forma, se ha dado otra de esas curiosas serendipias en las que la literatura se adelanta a la realidad.
Y es que parte de la plantilla del centro de salud Carlos Castilla del Pino, que se construyó en los terrenos de la antigua residencia, asegura haber presenciado situaciones paranormales: una niña y una anciana «fantasmas» que deambulan por los pasillos y hasta lloran en busca de ayuda.
Y al igual que en esta novela, también ha habido una investigación por parte de un equipo de parapsicólogos, en este caso una primera investigación realizada por un equipo compuesto por José Luis Hermida, catedrático y experto en Parapsicología; Francisco Gallardo, psicólogo; y José Ortiz, experto en la materia.
Le voy a tener que decir a la realidad que deje de copiarme las ideas.
Caso paranormal real III: los orbs
Otro de los fenómenos que hablo en el libro es el curioso caso de los orbs, que ha sido el único fenómeno paranormal del que he podido tener evidencia personalmente
Este vídeo fue tomado por una amiga con un iphone durante una visita a la casa de las caras de Bélmez.
Como podéis ver, las esferas no son opacas, por lo que no son motas de polvo o insectos, que reflejarían la luz y aparecerían como un punto blanco, y no se mueven en dirección con el flujo laminar del aire, sino que lo hacen en distintas direcciones y a grandes velocidades.
Hay quien dice que son fallos fotográficos, aunque esto no es cierto, porque el polvo y la humedad en suspensión, como os acabo de decir, no se comportan de esta forma ni tienen estas características.
Hay quien dice que se deben a alteraciones del campo magnético, aunque se desconoce el porqué de este efecto, y hay quién dice que son manifestaciones del más allá.
Cada cuál que piense lo que quiera, porque en realidad nadie sabe exactamente qué son.
Espero que te haya gustado este paseo por estos casos paranormales reales.
Si te han dado ganas de leer la novela corta de humor y terror, tienes los tres prmieros capítulos aquí.