Hay quien piensa que los mitos de Cthulhu son reales y, sí, todos sabemos que fueron una creación ficticia de Lovecraft y su círculo de escritores afines, pero fueron tan buenos dándole verosimilitud a ese ciclo mitológico que se les fue de las manos y, a día de hoy, existe gente que piensa que Los Primigenios y Los Dioses Exteriores existen, que son seres de otra dimensión, e incluso han creado una religión con su propio sistema de magia que les rinde culto: La Orden Tifoniana.
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¿Los Mitos de Cthulhu son reales? Hay una religión que piensa que sí: La Orden Tifoniana

Los mitos de Cthulhu son un conjunto de relatos y novelas de ficción, principalmente de terror, aunque algunos de sus relatos limitan con la ciencia ficción, género en el que el horror cósmico de Lovecraft tuvo gran inlfuencia. Su autor principal fue H. P. Lovecraft, junto con otros autores que fueron sus corresponsales y amigos, entre los que destacan Robert Bloch, autor de Psicosis, Robert E. Howard, creador de Conan el Bárbaro, August Derleth y Clark Ashton Smith.
Lovecraft también introdujo en sus mitos de Cthulhu préstamos de otros autores que le habían influido, como Arthur Machen, Lord Dunsay o Algernon Blackwood.
Aunque durante la vida de Lovecraft estos mitos no tuvieron gran trascendencia literaria, pues la mayoría de las obras que los integran fueron publicadas en revistas pulp, a la muerte de este, y gracias al trabajo de August Derleth y algunos otros de sus seguidores y amigos, poco a poco este corpus mitológico fue cobrando relevancia, hasta que, a día de hoy, se reconoce que Lovecraft fue el renovador del género del horror gracias a la originalidad de los temas de sus relatos y gracias a su concepción del horror cósmico o ficción weird.
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Una de las características de los mitos de Cthulhu es que sus autores trataron de dar verosimilitud a sus relatos de terror, para lo cual tomaban elementos prestados entre sí, como referencias a sucesos y grimorios de magia, y mezclaban personajes y hechos históricos con sus ficciones.
Y en parte, esto tiene la culpa de que haya gente que piense que mitos de Cthulhu son reales, de hecho el origen de esta creencia, en parte, ya te lo conté en este otro artículo en el que aclaraba por qué hay gente que piensa que el Necronomicon, el principal libro de magia de los mitos de Cthulhu, es real.

Y, de nuevo, la culpa de todo no la tiene Yoko Ono, como decía la canción, sino Aleister Crowley, o bueno, en realidad nuestra Yoko sería la que fuera mujer de Lovecraft, Sonia Greene.

El origen de la religión que piensa que los mitos de Cthulhu son reales.

Como ya te comentaba cuando te hablé del origen del bulo sobre la realidad del Necronomicon, hay un malentendido histórico que ha servido de falso argumento.
Ciertos divulgadores se basan en el hecho de que, antes de casarse con Lovecraft, la por entonces señorita Greene conoció a Aleister Crowley,  que como buen mago depravado, se tiraba a todo bicho viviente (y créeme que no es solo una forma de hablar, puesto que sus rituales sexuales en ocasiones incluían el bestialismo, o eso dicen algunos cronistas), y la señorita Greene no fue la excepción.
Ambos se conocieron en los círculos literarios que Crowley frecuentó en la Nueva York de 1918.
Algunos autores, como Colin Low, afirman que, entre casquete y casquete, Crowley le tuvo que hablar a Greene sobre el Necronomicon.
Posteriormente, cuando Greene conoció a Lovecraft, ella sería quien le habría hablado del Necronomicon al autor.
Sin embargo, la primera mención de Lovecraft a Abdul Alhazred, el autor del Necronomicon, aparece 6 meses antes de que Lovecraft conociera a Sonia Greene, dato que desmonta esta teoría.
Eso bastaría para que se generara la controversia que conocemos en torno al Necronomicon pero, ¿qué ha hecho que se cree una religión real con su propio sistema de magia en torno a un sistema mitológico literario?

El tercer diente de este tridente catacrocker es un tipo muy peculiar, que fue el que originó la Orden Tifoniana: Kenneth Grant.

Kenneth Grant: El adorador de los mitos de Cthulhu que invocaba a seres de otras dimensiones

 Kenneth Grant fue un ocultista británico que falleció prácticamente antes de ayer, en 2011, y es el principal responsable de que algunas personas piensen que los mitos de Cthulhu son reales.
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Fue asistente personal de Aleister Crowley, y cuando este falleció, durante un tiempo, lideró la secta mágica de este, la Ordo Templi Orientis.

Posteriormente, Grant fundó la Orden Tifoniana, su propio grupo esotérico-religioso, y en algunos de sus libros, afirmaba que Lovecraft había tenido contacto con lo que el llamaba los «habitantes de la brecha sin dimensiones entre universos».

La magia tifoniana de Grant se basa en la invocación de seres de otras dimensiones incomprensibles para el hombre que eran los que Lovecraft había intentado describir en su obra, por eso en sus ritos se invoca a algunas de las deidades de los mitos de Cthulhu, como el propio Cthulhu,

Grant afirmaba que Crowley, en 1918, había abierto una puerta dimensional al hacer un ritual conocido como Trabajos de Amalantrah, y había contactado con seres de otras dimensiones.
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Basándose en esto, Grant afirmó que los mitos de Cthulhu son reales, y lo argumentaba resaltando las coincidencias entre la obra de Crowley y la de Lovecraft.

Por ejemplo, afirmaba que tanto la mitología de Lovecraft como la de Crowley tenían unos textos de conocimiento centrales, en el caso de los mitos de Cthulhu  el Necronomicon y en la doctrina de Crowley el Libro de la Ley, y él afirmaba que ambos libros habían sido dictados por entidades de otras dimensiones, a las que Crowley llamaba los Grandes Antiguos, y que en los textos de Lovecraft aparecían como Los Antiguos.

Además de esto, Grant resaltaba algunas coincidencias un tanto peregrinas, como el hecho de que Lovecraft hablara en algunos de sus relatos del Yermo Frío de la meseta de Len) y Crowley mencionara en sus escritos el Yermo Frío de Hadith, o que el gran Cthulhu yace soñando en R’lyeh y Crowley hablaba del sueño original de los Grandes Antiguos.

La explicación que da Grant a que en vida Lovecraft afirmara que no creía en ningún tipo de magia o superstición porque era un materialista racional estricto es, si cabe, igual digna de Juan Palomo:

Las pesadillas en las que Lovecraft basaba algunas de sus historias en realidad eran los contactos que estas entidades tenían con Lovecraft, pero el escritor las reprimía subconscientemente porque no tenía valor de admitirlo dado su sistema de creencias racionalista.

Sí, el se lo guisaba y el se lo comía, y más cuando, a renglón seguido (al menos en esto era honesto) en su libro The Magical Revival afirmaba que le constaba, por haber sido uno de los discípulos más cercanos a Crowley, que este no había conocido ni el nombre ni la obra de Lovecraft.

Tal y como afirma uno de los representantes  de la Orden Tifoniana en la actualidad, Michael Staley en esta entrevista:

Grant sets out his understanding of the Cthulhu Mythos in a passage in Outer Gateways which is worth quoting at length:

Like other accounts of unclassifiable phases of earth’s history, the Cthulhu Cult epitomises the subconsciousness and the forces outside terrestrial awareness. It may be said in passing that true creativity can occur only when these forces are invoked to flood with their light the magical network of the mind. For purposes of explanation the mind may be envisaged as divided into three rooms, the edifice which contains them being the only real or permanent principle. These rooms are:

1) Subconsciousness, the dream state;
2) Mundane consciousness, the waking state;
3) Transcendental consciousness, veiled in the non-initiate by the state of sleep.

The compartments are further conceived as being connected with the house that contains them, by a series of conduits or tunnels. The house represents trans-terrestrial consciousness. The invoked forces — Cthulhu, Yog-Sothoth, Azathoth, etc — are then understood, not as malignant or destructive entities but as the dynamic energies of consciousness, the functions of which are to blast away the delusion of separate existence (the rooms in our illustration).

O lo que es lo mismo, en román paladino:

Grant define su comprensión de los mitos de Cthulhu en un pasaje de Outer Gateways (Puertas Exteriores) que merece ser citado en su totalidad:

Como otros relatos de fases inclasificables de la historia de la tierra, el Culto de Cthulhu personifica el subconsciente y las fuerzas fuera de la conciencia terrestre. Vale decir que la verdadera creatividad solo puede ocurrir cuando se invocan estas fuerzas para inundar con su luz la red mágica de la mente. A los fines de la explicación, la mente puede concebirse como dividida en tres salas, el edificio que las contiene es el único principio real o permanente. Estas habitaciones son:

1) Subconsciente, estado de sueño;
2) Conciencia mundana, el estado de vigilia;
3) Consciencia transcendental, oculta en el estado de sueño para los no iniciados.

Los compartimentos se conciben además como conectados con la casa que los contiene, mediante una serie de conductos o túneles. La casa representa la conciencia transterrestre. Las fuerzas invocadas, Cthulhu, Yog-Sothoth, Azathoth, etc., se entienden, no como entidades malignas o destructivas, sino como las energías dinámicas de la conciencia, cuyas funciones son destruir el engaño de la existencia separada.

Así las cosas, vemos que esta Orden esotérica que piensa que los mitos de Cthulhu son reales se basa solo en invenciones de su creador, pero no deja de ser un indicativo de la influencia que ha tenido Lovecraft en la cultura moderna que, en este momento, pueda haber algún flipado por ahí encendiendo velas y rezándole a Cthulhu un «padre nuestro del averno».

Cosas veredes Sancho, que te quitarán el habla…

Si te ha gustado este artículo, y quieres saber más sobre la vida y obra de Lovecraft, pero además divirtiéndote de lo lindo, puedes echarle un vistazo a esta novela en la que la biografía del propio Lovecraft es uno de los elementos de la trama, además del humor y los mitos de Cthulhu.

En ella, un par de estudiantes de universidad bastante juerguistas tendrán la desgracia de descubrir que los mitos de Cthulhu son reales, y deberán evitar que sus dioses oscuros ocasionen una catástrofe.

O si prefieres una novela sobre entidades de otras dimensiones, con sus correspondientes toques de humor y terror (algo así como si El misterio de la cripta embrujada se encontrara con Las profecías del Mothman), échale ahora un ojo a mi nuevo libro.

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